Nueva cronología para el campo magnético de Marte

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Marte tuvo un campo magnético global mucho antes – y mucho después – en la historia del planeta de lo que los científicos habían supuesto anteriormente.

El campo magnético global de un planeta surge de lo que los científicos llaman una dinamo: un flujo de metal fundido dentro del núcleo del planeta que produce una corriente eléctrica. En la Tierra, la dinamo es lo que hace que las agujas de la brújula apunten al norte. Pero la dinamo de Marte ha permanecido extinguida durante miles de millones de años.

Nuevos hallazgos de los investigadores de la UBC que trabajan con colegas de EE.UU. y Francia, publicados en la revista Science Advances, nos acercan a conocer el momento preciso y la duración de la dinamo de Marte.

«Encontramos que la dinamo marciana operó hace 4.500 y 3.700 millones de años. La presencia de la dinamo constituye una gran parte de la evolución de un planeta, y lo que encontramos es muy diferente de lo que habíamos pensado hasta ahora», dijo Anna Mittelholz, becaria postdoctoral en el departamento de ciencias de la tierra, el océano y la atmósfera de la UBC, y primera autora del estudio. «La dinamo nos dice algo sobre la historia térmica del planeta, su evolución, y cómo llegó a donde está hoy, y es única para cada uno de los planetas terrestres… Tierra, Marte, Venus y Mercurio».

Las pistas sobre la historia magnética de un planeta se encuentran en las rocas magnetizadas sobre y bajo su superficie. Las rocas son como una grabadora, especialmente las volcánicas. Comienzan como lava, pero a medida que se enfrían y se solidifican en presencia de un campo magnético, los minerales dentro de las rocas se alinean con el campo magnético global. Al datar estas rocas, los científicos pueden estimar si una dinamo estaba activa en el momento en que la roca fue emplazada.

Los nuevos datos para este estudio provienen de MAVEN, una sonda de la NASA. Los datos anteriores sobre el magnetismo en Marte habían sido recopilados por el satélite Mars Global Surveyor, que orbitó el planeta entre 1999 y 2006, en su mayoría a 400 kilómetros de la superficie. MAVEN, lanzada en 2013, opera tan cerca como a unos 135 kilómetros de la superficie y recoge señales más débiles que el MGS no pudo detectar.

La capacidad de MAVEN de captar señales de estructuras más pequeñas en y cerca de la superficie ayuda a los investigadores a distinguir si el magnetismo proviene de esas, o de rocas más antiguas enterradas más profundamente en la corteza del planeta.

Estos nuevos conocimientos tienen a los investigadores preguntándose qué podría revelarse si se acercaran más. Mittelholz señaló que este estudio se centró en dos estructuras en particular, pero hay cráteres por todo Marte con historias que contar. En el futuro, la exploración podría progresar desde satélites hasta aviones no tripulados o globos, proporcionando datos aún más detallados. (Fuente: NCYT Amazings)

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