Atletas de élite entre bronca y desesperanza esperan que haya restructuración en políticas a favor del deporte

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Han pasado cuatro días desde que el Gobierno interino, encabezado por Jeanine Áñez, definió la eliminación del Ministerio de Deportes como medida “ahorrativa” ante la emergencia sanitaria que atraviesa Bolivia. Las reacciones por parte de los atletas, sobre todo del ámbito de los élite, se van sucediendo y exponiendo bronca, indignación, resignación y, en otros casos, entendimiento mezclado con esperanza de que la cartera estatal sea reactivada próximamente a través de una reestructuración que sea más “funcional”. Las posturas son muy variadas, aunque todas ellas coinciden en un sentimiento: tristeza.

Es cierto. Los primeros en tomar las redes sociales han sido los artistas, tocados también por la determinación gubernamental, que suprimió el Ministerio de Culturas y lo volvió dependiente del de Educación, junto al de Deportes. Bajo la idea “Soy un artista, no un gasto absurdo”, los allegados a este sector se pronunciaron en redes sociales como Twitter y Facebook, plataformas en las que volcaron su desaprobación con la medida transitoria.

De manera paulatina, también se manifestaron (y sigue haciéndolo) los atletas, que curiosamente han expuesto posiciones variadas.

Uno de los que tomó la iniciativa fue el marchista paceño Ronal Quispe, quizás, uno de los más conmovidos.

Incluso, se tomó el tiempo para grabar un video emotivo que compartió en su perfil personal de Facebook. El ganador del bronce en los 50 kilómetros de los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018 contestó que el deporte es una inversión, no un gasto innecesario. “Hemos estado mal antes, cuando teníamos un Ministerio de Deportes, y ahora vamos a contar solamente con un Viceministerio que dependerá del Ministerio de Educación, al cual vamos a tener que ir a tocarle la puerta para que nos dé un pasaje y nos dé apoyo para un evento internacional. No estoy de acuerdo. Es muy triste ver que luego de haber obtenido tantos logros para el país y tantas medallas no se valore al deportista. El deporte es inversión, no es un despilfarro”.

Recordó el marchista los avances conseguidos con el programa interinstitucional Tunkas, en el que intervinieron la cartera estatal, el Comité Olímpico Boliviano (COB) y la Cervecería Boliviana Nacional (CBN).

“Se trabajó muy bien y se tuvo grandes resultados. El país clasificó, como nunca, a unos Juegos Olímpicos con méritos propios. Desde ese momento, ¿qué se hizo? Los que fuimos parte de esa delegación fuimos abandonados”, lamentó. Reconoció que debido a la situación política que atraviesa el país, observa que muchos atletas prefieren mantenerse alejados y no emitir opiniones. No obstante, quiso solidarizarse con las familias que pasan un mal momento. “Muchos deportistas no suelen hablar del tema político, más aún con la situación actual que vive el país. Me solidarizo con todas las familias que están pasando por una situación muy difícil, pero también debo hacer conocer mi opinión sobre algo en lo que no estoy de acuerdo”, cerró.

El raquetbolista Conrrado Moscoso, uno de los emblemas más referenciales de Bolivia en la disciplina, también compartió su bronca. “¿Que no somos importantes?

«Dejamos al país siempre en lo más alto, creamos un respeto grande hacia él. Escribimos Bolivia con oro, sacrificio de todo un equipo, incluso de la familia, de muchos años. Gracias por darnos a entender que el deporte boliviano no es importante. Pero, a pesar de eso, seguiremos dejando al país en lo más alto con o sin ayuda”. El también raquetbolista Roland Keller, campeón de los Juegos Panamericanos Lima 2019 con Moscoso, su hermano Carlos Keller y Kadim Carrasco, recalcó que el deporte no representa gasto absurdo alguno. “Es inversión, no es ningún gasto absurdo. Creo que en su vida, cada atleta aportó muchísimos valores. El deporte une familias y a todo un país. Es una muy buena inversión para la vida”.

El nadador cochabambino Jaime Arévalo, por su parte, analizó el momento y realizó un balance del ahora exministerio de Deportes desde su creación, que data de 2014, con la posesión de Tito Montaño. Fue enfático al señalar que dicha dependencia estatal nunca presentó un plan para la preparación sostenida de los atletas y que “los únicos logros por los cuales se jactó” dicho Ministerio han sido los Plurinacionales y las 10K.

En dicho sentido, se mostró de acuerdo con la medida. “Apoyo la moción de intentar concentrar la mayoría de los fondos hacia lo más importante hoy en día, la salud de todos los bolivianos. Los ministerios no desaparecieron y, la verdad, si vuelven a futuro, ojalá sea para cumplir con su verdadero rol, si no, la verdad, no sirven”.

Jessica Velasco, de tiro deportivo, analizó la figura actual. Entiende que la prioridad sea la salud y también comprende que muchos actores del deporte se hayan sentido afectados con la frase del “gasto innecesario”. No obstante, también ansía que la determinación de que el despacho haya sido fusionado pueda revertirse cuando existan condiciones. “Si bien históricamente las autoridades o el Ministerio no han dado el apoyo necesario, real y efectivo a los deportistas que representan al país, en logística, apoyo económico y a veces ni siquiera apoyo moral, el ideal es que esa situación en algún momento deba cambiar. Espero que cuando nuestro país tenga las condiciones y sea el momento conveniente se pueda reactivar, replantear políticas de Estado y reestructurar el Ministerio de Deportes, porque sí se requiere una organización a nivel de un ministerio para que se puedan realizar proyectos serios a corto, mediano y largo plazo”.

La marchista Ángela Castro usó las redes sociales para simplemente dejar sentado que continuará luchando por sus sueños. “(Van) 13 años que tengo el orgullo de representar a Bolivia, dando la cara ante todo el mundo, mostrando y sacando lo mejor del país, con muchos altibajos, como en todo.  La he luchado antes, lo hago ahora y lo haré mañana. Nada ni nadie nos detiene a cumplir los sueños ¡Si no pasó antes, menos ahora!”.

La velocista Odeth Huanca, por su lado, fue crítica. Recalcó que siempre fueron sus padres sus “principales patrocinadores” y que el ahora exministerio de Deportes solo estuvo “presente” en los uniformes que vistió cuando compitió fuera. “No creo ver una gran diferencia en el cierre de estas instituciones”, cerró. (Opinión,bo)

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