El cometa más brillante de los últimos siete años puede verse a simple vista

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Un cometa llegado de los confines de nuestro sistema solar se ha convertido, por el momento, el espectáculo nocturno hermoso. El objeto, el más brillante de su clase de los últimos siete años, puede observarse a simple vista estos días antes del amanecer y por la tarde a partir del 14 de julio. Si tiene la oportunidad de contemplarlo, no la deje pasar antes de que nuestro extraordinario visitante tome su camino de regreso para perderse de nuevo en la fría oscuridad del espacio a mediados de agosto.

Oficialmente llamado C/2020 F3, el cometa fue captado por primera vez por el telescopio espacial de la NASA Neowise el 27 de marzo. Proviene de la nube de Oort y el pasado viernes (3 de julio), hizo su máximo acercamiento al Sol. Esa proximidad a nuestra estrella dentro de la órbita de Mercurio está calentando las capas más externas del cometa, causando que el gas y el polvo broten de la superficie helada y creen una gran cola de escombros. Precisamente, lo que todos queremos ver.

Las personas que deseen echar un vistazo al objeto resplandeciente deben levantarse antes del amanecer. Según explica Roberto Bravo, director de la empresa Astroafición, dedicada a la divulgación de la astronomía, el mejor momento para la observación va de las 5.00 a las 5.45 horas, para aprovechar la oscuridad antes del amanecer. Debemos mirar al horizonte Noreste, entre 30º y 40º a la derecha del Norte. El cometa aparecerá muy pegado al horizonte e irá ganando altura hasta el 14 de julio, alcanzando una magnitud 2, fácilmente visible a ojo desnudo. A partir de ese día, será visible al atardecer, pero su brillo será cada vez menor y será más complicado observarlo a simple vista. El 23 de julio realizará su máxima aproximación a la Tierra (0,69 UA o 103 millones de kilómetros) pero para entonces estará en magnitud 3,5, por lo que verlo a simple vista supondrá un reto y habrá que echar mano de los prismáticos hasta final de mes.

El cometa se verá «con un núcleo de luz blanquecina muy brillante, mucho más que una estrella, y una cola ionizada hacia arriba, que es el gas que está expulsando», explica Bravo. La cola es muy tenue y se va difuminando hasta desaparecer. A simple vista, «ocupa el ancho de uno o dos dedos». Para la observación, el experto de AstroAfición recomienda buscar un horizonte despejado, sin árboles ni edificios que puedan molestarnos.

«En sus imágenes de descubrimiento, el cometa NEOWISE apareció como un punto brillante y difuso que se movía por el cielo incluso cuando todavía estaba bastante lejos», señala en un comunicado Amy Mainzer, investigadora principal de NEOWISE en la Universidad de Arizona. «Tan pronto como vimos lo cerca que estaría del Sol, teníamos la esperanza de que presentaría un buen espectáculo», asegura.

Durante su aproximación inofensiva a la Tierra, los astrónomos tendrán la oportunidad de aprender más sobre su composición y estructura. «A partir de su firma infrarroja (observada por la misión NEOWISE), podemos decir que tiene unos 5 kilómetros de ancho, y combinando los datos infrarrojos con imágenes de luz visible, podemos decir que el núcleo del cometa está cubierto de partículas oscuras de hollín que quedan de su formación cerca del nacimiento de nuestro sistema solar hace 4.600 millones de años», indica Joseph Masiero, investigador principal adjunto de NEOWISE en el Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL) de la NASA en el sur de California.

Pero ante todo, como explica Bravo, «ver un cometa a simple vista es algo extraordinario y poco frecuente. Pueden pasar décadas enteras sin ningún cometa visible a simple vista y luego aparecer varios seguidos durante unos años. En los 12 años que llevo dedicado a esto, he visto tan solo dos a simple vista». (ABC)

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