El virus pasa factura a Netanyahu y miles de israelíes piden su dimisión
Desde las manifestaciones del 2011 contra la desigualdad y la falta de justicia social, Israel no había vuelto a vivir protestas tan masivas como las que estos días llevan a cabo miles de personas contra el primer ministro, Beniamin Netanyahu, al que acusan de no saber gestionar la pandemia.
Miles de personas volvieron a concentrarse el sábado por la noche frente a la residencia oficial de Netanyahu en Jerusalén, así como frente a su residencia privada en Cesarea, un municipio de rentas altas en la costa mediterránea. También hubo protestas en Tel Aviv. La policía utilizó cañones de agua y detuvo a decenas de personas. Entre ellas también había defensores de Netanyahu, que habían atacado a los manifestantes con gas pimienta y un cuchillo.
El primer ministro reaccionó ayer con dos medidas. Recortó de 16 a 10 ministros el ejecutivo de crisis para la pandemia y aprobó una paga única a cada mayor de edad que oscila entre los 750 y los 3.000 shekels (188-753 euros) en función de si viven solos o tienen hasta tres hijos o más. Dijo que debía bastar para compensar por el parón de la economía. La oposición lo acusó de oportunista. Las mujeres se quejaron de que no hubiera ninguna en el reducido gabinete de crisis, a lo que Netanyahu respondió que “en medio de la noche, yo también me pregunto porqué el semáforo está rojo; hay cosas que no tienen sentido”. (La Vanguardia)