Fiscales y ex fiscales con enriquecimiento llamativo
Las declaraciones juradas de bienes de actuales fiscales y ex agentes del Ministerio Público que hoy ocupan otros cargos en instituciones del Estado señalan un importante caudal económico acumulado en los años de servidores públicos. Llama la atención sobre todo la fortuna de aquellos fiscales señalados de blanquear a algunos políticos y otras cuestionadas figuras.
Una de las pocas excepciones halladas es el caso del actual ministro de la Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac), René Fernández, quien hasta el año pasado aún era fiscal de Delitos Económicos imputando al ex senador Óscar González Daher por supuesta usura y lavado de dinero, así como logró la condena de Víctor Bogado por el caso niñera de oro.
En su declaración jurada del año 2015 Fernández declaró que tenía más deudas que activos, lo cual le daba un saldo negativo como patrimonio neto, G. -57.577.544. Los activos del mismo detallaban un monto de G. 33.659.635, pero sus pasivos, o sea deudas, la suma total de G. 91.237.179.
ricos. En situación opuesta encontramos al también ex fiscal anticorrupción Arnaldo Giuzzio, hoy ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), quien también tuvo en sus manos en el 2010 el caso de González Daher, con la diferencia que en esta situación terminó blanqueado al ex senador, a pesar de haber los mismos indicios, varias propiedades obtenidas a través de la usura y manejadas desde la empresa Príncipe di Savoia.
A diferencia también de Fernández, el ex fiscal Giuzzio no declaró deudas en los últimos años, sino un considerable crecimiento económico.
Según su declaración del año 2003 presentó activos por un total de G. 193.500.000 y pasivos por G. 63.200.000, mientras que para el año 2013, diez años después, cuando se disponía a asumir como senador nacional por el PDP, declaró activos por el monto de G. 842.000.000 y pasivos por G. 200.000.000.
Entre los fiscales aún en función, tenemos el caso de Lidia Victoria Acuña, quien presentó en el 2015 un patrimonio neto millonario de G. 1.134.000.000, figurando entre sus ingresos la actividad agropecuaria, valuada en un monto de G. 230.000.000. Esto podría ir contra el artículo 9 de la Ley del Comerciante que prohíbe la actividad comercial a fiscales.
La actual fiscal general, Sandra Quiñónez, también tuvo aumento patrimonial, según sus declaraciones juradas presentadas. En el año 1998, cuando era asistente fiscal, declaró ingresos de menos de G. 1,5 millones, y para el 2015, presentó dos nuevas declaraciones juradas, en las cuales ya se configuró la posesión de inmuebles y un activo total de G. 547 millones.
El procesado ex fiscal Javier Díaz Verón también figura con un crecimiento de G. 565 millones en activos del año 2007, a G. 1.150 millones en el año 2015. Se lo investiga por no justificar 3.764 millones.
El ex fiscal Rubén Candia Amarilla por su parte declaró G. 2.206 millones en el 2005, y G. 2.753 millones en 2011, como patrimonio neto. (UH.com)