Fondos de $us 36 MM, en riesgo tras fusión de cartera de Culturas

0

Al menos 36,2 millones de dólares provenientes de fondos de cooperación internacional y aportes nacionales están en riesgo ante la paralización y acefalía de la cartera de Culturas, degradada a viceministerio hace un mes. Piezas patrimoniales de incalculable valor se encuentran desprotegidas después de la intervención al Museo de Arqueología, cuyos funcionarios -como todos los del exministerio- están impagos y en el limbo.

El 4 de junio, el Ministerio de Culturas  fue eliminado por el Gobierno de transición  con el argumento de ahorrar fondos para destinarlos  a la pandemia.  “Fusionado”  a  Educación  quedó reducido a viceministerio, tal como pasó con las carteras de Comunicación y Deportes. A diferencia de estas áreas, sin embargo, en Culturas no se ha nombrado aún una autoridad.

Desde hace un mes, las actividades del ex-Ministerio de Culturas están paralizadas  y se han precintado sus oficinas,  poniendo en riesgo no sólo el patrimonio que custodian, sino  fondos de cooperación  cuya  gestión urge. Mientras cientos de funcionarios  son tratados como extrabajadores sin haber recibido sus memorandos de desvinculación, el Ministerio de Educación guarda silencio.

Entre las funciones del  desaparecido Ministerio de Culturas estaba la gestión de aportes de financiadores. De acuerdo a pasados  informes de la cartera -que han sido borrados como su página web- estaban en curso fondos  culturales de  al menos 36,2 millones de bolivianos (ver tabla).

Entre ellos, 2,5 millones de  euros de la cooperación italiana para  la preservación patrimonial del Centro Rosa Agramont, ubicado en el exedificio Jornada;  10 millones de dólares  de la cooperación francesa  para el Museo Subacuático del Titicaca, y otros 10 millones de dólares del BID para recuperación de  patrimonio urbano. Se suman a los fondos paralizados al menos 50.000 euros de los programas  Ibermedia e Iberescena.

“Los financiadores andan peregrinando sin saber dónde   entregar  el dinero para  el país. Son fondos de convenios internacionales, gestionados durante años por el Estado boliviano. Y ahora no hay quien  les abra las puertas”, dijo un funcionario que pidió guardar su nombre  en reserva.

Tampoco se gestionan los recursos del TGN destinados a premios nacionales de Cultura, premios Abaroa, Fondo del Fomento al Cine y otros  instituidos por ley.  Y no hay visos del pago  que se adeuda a  los galardonados en 2019.

La degradación y acefalía de Culturas también ha paralizado importantes gestiones para el país, como la evaluación del estado del Cerro  Rico de Potosí que debe presentarse a la  Unesco para que el monumento salga de la lista de patrimonio mundial en riesgo. “Bolivia es signataria de convenios internacionales que debe cumplir, pero a los actuales responsables no les interesa la cultura”, lamentó otro funcionario. (Página Siete)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *