Yacimientos aborígenes bajo el agua en Australia

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Se han descubierto los primeros yacimientos arqueológicos submarinos aborígenes frente al noroeste de Australia, los cuales datan de hace miles de años, cuando el lecho marino actual era aún tierra firme.

Los descubrimientos se hicieron mediante una serie de estudios arqueológicos y geofísicos en el archipiélago Dampier, como parte del proyecto “Deep History of Sea Country Project”, financiado a través del Consejo de Investigación Australiano.

Los objetos aborígenes descubiertos frente a la costa de Plibara en Australia occidental forman parte de la arqueología submarina más antigua que se conoce en Australia.

Un equipo internacional de arqueólogos de la Universidad Flinders, la Universidad de Australia Occidental, la Universidad James Cook, de ARA (Airborne Research Australia) y de la Universidad de York (Reino Unido) se asoció con la Corporación Aborigen Murujuga para localizar e investigar objetos antiguos en dos yacimientos submarinos que han proporcionado cientos de herramientas de piedra fabricadas por los pueblos aborígenes, incluidas piedras de moler.

En un estudio publicado en la revista PLOS ONE, los antiguos yacimiento submarinos, en el Cape Bruguieres y en Flying Foam Passage, proporcionan nuevas pruebas de las formas de vida aborígenes de cuando el lecho marino era tierra firme, debido al bajo nivel del mar, hace miles de años.

Los paisajes culturales sumergidos representan lo que hoy se conoce como País del Mar para muchos australianos indígenas, que tienen una profunda conexión cultural, espiritual e histórica con estos entornos submarinos.

«Hoy anunciamos el descubrimiento de dos sitios arqueológicos submarinos que una vez estuvieron en tierra firme. Este es un paso emocionante para la arqueología australiana, ya que integramos la arqueología marina y la indígena y establecemos conexiones entre la tierra y el mar», dice el profesor adjunto Jonathan Benjamin, que es el Coordinador del Programa de Arqueología Marítima de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Flinders.

«Australia es un continente enorme, pero poca gente se da cuenta de que más del 30% de su masa terrestre se vio ahogada por el aumento del nivel del mar después de la última edad de hielo. Esto significa que una gran cantidad de la evidencia arqueológica que documenta la vida de los aborígenes está ahora bajo el agua».

«Ahora finalmente tenemos la primera prueba de que al menos algunas de estas pruebas arqueológicas sobrevivieron al proceso de aumento del nivel del mar. La antigua arqueología costera no se ha perdido para siempre; simplemente no la hemos encontrado todavía. Estos nuevos descubrimientos son un primer paso para explorar la última frontera real de la arqueología australiana».

El equipo de buceo cartografió 269 artefactos en el Cape Bruguieres en aguas poco profundas, a profundidades de hasta 2,4 metros por debajo del nivel del mar moderno. La datación por radiocarbono y el análisis de los cambios en el nivel del mar muestran que el lugar tiene al menos 7.000 años de antigüedad.

El segundo yacimiento, en el Flying Foam Passage, incluye un manantial submarino de agua dulce a 14 metros bajo el nivel del mar. Se estima que este sitio tiene al menos 8.500 años de antigüedad. Ambos sitios pueden ser mucho más antiguos ya que las fechas representan solo edades mínimas.

El equipo de arqueólogos y geocientíficos empleó modelos de predicción y diversas técnicas submarinas y de teleobservación, incluidos métodos de buceo científico, para confirmar la ubicación de los yacimientos y la presencia de los objetos.

«En su momento, habría habido tierra firme y seca que se extendía a 160 km de la costa actual. Esa tierra habría sido propiedad de generaciones de aborígenes y en ella habrían vivido. Nuestro descubrimiento demuestra que el material arqueológico submarino ha sobrevivido a la subida del nivel del mar, y aunque estos yacimientos están situados en aguas relativamente poco profundas, es probable que haya más en aguas más profundas en la costa«, dice Chelsea Wiseman, de la Universidad Flinders, que ha estado trabajando en el proyecto del DHSC como parte de su investigación de doctorado.

«Estos territorios que ahora están bajo el agua albergan entornos favorables para los asentamientos indígenas, como agua dulce, diversidad ecológica y oportunidades para explotar los recursos marinos que habrían sustentado densidades de población relativamente altas», dice el Dr. Michael O’Leary, geomorfólogo marino de la Universidad de Australia Occidental.

El descubrimiento de estos yacimientos pone de relieve la necesidad de una legislación federal más estricta para proteger y gestionar el patrimonio subacuático en 2 millones de kilómetros cuadrados de paisajes que en su día estuvieron por encima del nivel del mar en Australia, y que contienen importantes conocimientos sobre la historia de la humanidad. (Fuente: NCYT Amazings)

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