El mundo prepara el regreso a las aulas en pleno retorno del virus
La reaparición de brotes de coronavirus siembra dudas en todo el mundo respecto a la idoneidad de reabrir los centros escolares. ¿Es seguro reanudar las clases presenciales? Casos como el de Israel, uno de los primeros países en reabrir los colegios a finales de mayo, despiertan inquietud. Poco después de la reapertura, cientos de centros se vieron obligados a cerrar de nuevo debido a las infecciones de alumnos y profesores, que esparcieron el virus por sus comunidades.
Esta semana, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, alertaba de que el mundo enfrenta “una catástrofe generacional” por el cierre de las escuelas y pedía su reapertura cuando la transmisión esté controlada. Por el contrario, la OMS advertía de que un regreso precipitado “sólo empeoraría la situación”.
La evidencia científica sugiere que los niños pequeños no transmiten fácilmente la enfermedad, mientras que los mayores de 10 años la contagian igual que los adultos. No obstante, la sintomatología leve o incluso su ausencia les puede convertir en transmisores silenciosos. Y aunque los niños parecen menos propensos a infectarse y se cree que los efectos del virus sobre ellos son menos dañinos, se han producido casos graves e incluso muertes.
Los expertos dicen que las escuelas solo deberían reabrir en casos en los que el virus esté controlado y bajo medidas de seguridad como la mascarilla o la distancia social.
China, primer país que sufrió el virus, empezó a reabrir escuelas en mayo. No obstante, según la Unesco, la mayoría siguen cerradas en las principales regiones. La temperatura de los alumnos se mide a la entrada de los centros y sólo se les permite quitarse la mascarilla a la hora del almuerzo. A pesar de esto, Pekín volvió a cerrar sus escuelas en junio debido a los rebrotes.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha convertido la apertura de las escuelas en una de sus obsesiones basándose en que los niños son “casi inmunes al virus”. Facebook suprimió ayer por primera vez uno de sus post, un vídeo en el que repetía esa afirmación, informa Francesc Peirón desde Nueva York. En parte del país han vuelto las clases presenciales.
Sin embargo los grandes distritos han anunciado que empezarán el curso a distancia. En la lista figuran Los Ángeles (el segundo más grande, con 600.000 colegiales), Chicago, Washington, Miami o Atlanta. La excepción es Nueva York, el mayor distrito con 1,1 millones de niños. El alcalde Bill de Blasio señaló que el curso empezará el 10 de septiembre con un modelo mixto, dos días presencial y el resto online. Pero la última palabra la tiene el gobernador Andrew Cuomo, que no se caracteriza por estar en sintonía con De Blasio, pese a ser del mismo partido. Un 77% de los profesores se oponen a empezar el curso con clases presenciales.
El curso escolar debe reanudarse el uno de septiembre en Francia, de modo presencial y con menos restricciones que tras el confinamiento. En los espacios cerrados ya no será obligatorio mantener la distancia física de un metro si es materialmente imposible o impide acoger a todos los alumnos de una clase, informa Eusebio Val desde París.
La mascarilla será preceptiva para los alumnos de más de 11 años, dentro y fuera del aula, si no es posible mantener la distancia de seguridad. Normas parecidas rigen para los maestros. El lavado de manos será obligatorio varias veces al día. Estas normas pueden cambiar, obviamente, según como evolucione la pandemia, y sería posible aplicar restricciones en un ámbito local. Las autoridades educativas han concluido que es muy importante mantener el modo presencial, dado que las clases telemáticas perjudican a alumnos de medios sociales más modestos y problemáticos.
Alemania retomó el lunes la actividas escolar de forma experimental con la reapertura en el land de Mecklenburgo-Antepomerania y en medio de la preocupación por el repunte de contagios y el debate sobre la mascarilla. El retorno a las aulas se hace de acuerdo a parámetros de distancia social y medidas de higiene implantados durante la pandemia, aunque no hay una normativa definida en torno al tapabocas. Otros estados federados, como Berlín –donde el regreso a la escuela será la próxima semana– ya han impuesto la obligatoriedad de su uso en las zonas comunes, patios y pasillos, pero no en el interior del aula.
En Latinoamérica, solo Uruguay ha retomado las clases presenciales, informa Robert Mur desde Buenos Aires. Con 1.300 contagios y 37 muertes, el país es uno de los menos afectados de la región. Las clases se reiniciaron el 1 de junio, en un proceso que llevó hasta finales de ese mes. Las autoridades insisten en que no hay constancia de que se haya producido ningún contagio en las escuelas, que siguen un estricto protocolo: los menores solo acuden dos días por semana por un máximo de cuatro horas y deben guardar distancia en las aulas y en el patio.
En el resto de la región continúan las clases virtuales, aunque en algunos países, como Argentina, se ha anunciado el regreso a las aulas durante este agosto en provincias poco pobladas y con bajos índices de contagio. Argentina, como otros países sudamericanos, bate estos días récords de positivos, por lo que sus gobernantes ya han dado marcha atrás varias veces y han dejado claro que las escuelas y el ocio serán las últimas actividades en reabrir. (La Vanguardia)