Conoce cuáles son las enfermedades oculares más comunes

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“Ver para creer”, es uno de los refranes más populares. A pesar de que se suele utilizar cuando existe incredulidad, lo cierto es que también podríamos aplicarlo a nuestro día a día. ¿Quién nos diría que podríamos ver increíbles paisajes o auténticas obras de arte de siglos pasados en óptimas condiciones de conservación? En efecto, gracias a nuestra vista tenemos la oportunidad de verlo. Sin embargo, existen ciertos defectos refractivos que podrían impedir una visión nítida de ello como la presbicia o la miopía. Asimismo, encontramos la conjuntivitis, que si bien rara vez afecta a la visión, causa molestias a la persona que la padece.

La conjuntivitis puede causar irritación, dolor o enrojecimiento

Uno de los sentidos más importantes que tenemos es la vista. Como indicamos anteriormente, a través de ella tenemos muchas oportunidades de observar ciudades, obras o musicales únicos. Se debe cuidar la vista y acudir a los especialistas en salud ocular regularmente para que revisen que nuestros ojos están en perfectas condiciones.

A pesar de ello, es posible que padezcamos ciertas enfermedades en la zona ocular. La conjuntivitis es una inflamación de la membrana transparente que se halla entre el globo ocular y el párpado. Puede causar enrojecimiento, hinchazón, escozor o incomodidad en el ojo. Asimismo, hay que recordar que, en ocasiones, es contagiosa, por lo que debemos tener cuidado si convivimos con otras personas para que no utilicen nuestros mismos artículos de aseo personal. Las gotas son el mejor remedio para que se alivien los síntomas y siempre deberemos acudir a los expertos para que nos revisen y nos indiquen cómo curarla.

Además de ello, encontramos otras enfermedades oculares. Una de las más populares es el daltonismo, donde las personas que la padecen presentan dificultades a la hora de observar ciertos colores. Dependiendo del grado, encontramos ceguera absoluta a algunos colores o alteraciones en cuanto a la percepción.

Por otro lado, hallamos la miopía, donde el paciente ve sin nitidez de lejos, pero bien de cerca. Se trata de un defecto visual que se puede corregir por operación, gafas o lentillas. Por otro lado, la hipermetropía causa una visión borrosa cercana a la hora de leer o utilizar el ordenador. Las gafas, las lentillas y la cirugía también son la solución a ello.

La presbicia es la pérdida gradual de nuestros ojos a la hora de enfocar los elementos que tenemos cerca. Generalmente, se manifiesta a partir de  los 40 y los 50 años, pero puede acentuarse a partir de los 60 años. Lo mejor para la presbicia es emplear gafas y lentillas específicas para esta patología. Y si el paciente quiere prescindir de la dependencia de sus gafas, también hay opciones quirúrgicas.

El glaucoma es otra de las afecciones de nuestros ojos. Es asintomático en sus primeras fases y causa ceguera irreversible, pero gracias a los especialistas y a las revisiones, es posible frenar su avance a través de medicación, láser o cirugía. Por último, encontramos la catarata, una opacidad de la transparencia normal del cristalino de nuestro ojo. Los pacientes pueden padecer visión borrosa o sensibilidad a la luz, entre otras. Para corregirla, la única opción es una cirugía que consiste en extraer el cristalino y reemplazarlo por una lente intraocular que haga su función.

Para saber si padecemos alguna de estas enfermedades, lo mejor es curarse en salud y acudir periódicamente a los especialistas. Ellos nos indicarán a través de un diagnóstico cómo debemos proceder para seguir viendo la vida con total nitidez. (NCYT)

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