Diseñan el primer implante corneal trifocal para corregir la presbicia

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Han diseñado y evaluado un novedoso implante, pionero a nivel mundial, para corregir la presbicia o vista cansada. Se trata del primer implante intracorneal trifocal que además es totalmente transparente. Dicho implante permitiría una buena visión tanto de lejos, a distancias intermedias (ordenador, dispositivos móviles) como de cerca, a aquellas personas que padecen presbicia.

Este avance es el fruto del trabajo de cinco años de investigación a cargo de científicos de la Universitat Politècnica de València (UPV), la Universitat de València (UV) y la Clínica Oftalmológica Aiken (a través de su Fundación de Investigación), en España. Los investigadores han publicado los detalles técnicos del implante en la revista Scientific Reports, del grupo Nature, con el título “A new trifocal corneal inlay for presbyopia”.

“Este implante podría ser una alternativa para personas con presbicia que quieran olvidarse de las gafas o las lentillas. Además, sería completamente compatible con la cirugía refractiva con láser en pacientes miopes e hipermétropes, así como con posibles intervenciones posteriores de cataratas. Estamos proponiendo algo totalmente nuevo que además no es incompatible con ninguna otra terapia ocular”, destaca Juan Antonio Monsoriu, investigador del Centro de Tecnologías Físicas de la Universitat Politècnica de València. En este sentido, el Dr. Salvador García-Delpech, de la Fundación Aiken, señala que este implante, al contrario de otros que hay actualmente, no impediría el estudio posterior de la retina o la mácula e incluso las intervenciones quirúrgicas si fueran necesarias en un futuro.

García-Delpech agrega, además, que en estos momentos, las pantallas, los móviles los dispositivos electrónicos… han pasado a ser una necesidad básica en nuestro día a día, y el número de personas que acuden a consulta solicitando eliminar la dependencia de las gafas para su vida diaria no para de aumentar. “Tengamos en cuenta además el “efecto mascarilla”: mucha gente no puede ejercer su día a día con unas gafas empañadas por culpa del uso de las mascarillas y acuden buscando una solución práctica a dicho problema”, añade García-Delpech haciendo referencia a los cambios a los que está siendo sometida la población en esta “nueva normalidad”.

El implante está compuesto por una lente difractiva fabricada con un material biocompatible. “Es extremadamente delgado (menor que 5 micras) por lo que se implantaría dentro el estroma corneal, básicamente sin afectar su estructura, en una cavidad creada con un láser de femtosegundo. La lente está microperforada y es esto lo que permite el flujo de nutrientes necesarios en esta parte de la córnea”, explica Walter D. Furlan, investigador del Departamento de Óptica y Optometría y Ciencias de la Visión de la Universitat de València.

Pero, la principal novedad del trabajo de los investigadores va más allá: es el primer implante difractivo totalmente transparente.

Otra característica que lo diferencia de los implantes actuales es que el área donde hay flujo de nutrientes es mayor. “Esto haría que, una vez implantado en la córnea del paciente, se redujeran las posibilidades de rechazo”, destaca Vicente Ferrando, investigador también del Centro de Tecnologías Físicas de la Universitat Politècnica de València.

Además, algunos de sus parámetros de diseño pueden variarse, lo que abre una nueva vía para el tratamiento de la presbicia, con el desarrollo de implantes corneales trifocales totalmente personalizados, es decir: a medida de cada paciente.

Hasta ahora, el tratamiento para la vista cansada pasa por el uso de gafas, lentes de contacto bifocales y progresivas. Para los tratamientos quirúrgicos existen lentes intraoculares multifocales que generalmente sustituyen al cristalino y los implantes intracorneales. En este último caso, actualmente, según explican los investigadores, hay de dos tipos: implantes de pequeña apertura e implantes refractivos. “Los de primer tipo producen una extensión de la profundidad de foco con lo que se gana visión intermedia pero su eficiencia luminosa, al ser parcialmente opacos, es baja. Los de segundo tipo consiguen bifocalidad por lo que tiene un buen rendimiento para visión para lejos y cerca pero pierden calidad en distancias intermedias. Nuestro diseño, según las pruebas que hemos desarrollado, supera todos estos hándicaps”, destaca Juan Antonio Monsoriu. En esas pruebas, el equipo de la UPV y la UV demostró la viabilidad de este pionero diseño de implante intracorneal trifocal. Para ello, evaluaron su calidad óptica comparándola con otro modelo utilizado actualmente en la práctica clínica, primero numéricamente con un software comercial y posteriormente de forma experimental en un ojo artificial con un simulador visual que utiliza óptica adaptativa.

Estos ensayos forman parte de la tesis doctoral de Diego Montagud Martínez, presentada recientemente en la UPV.

Tras los resultados obtenidos, el siguiente paso será el inicio de los ensayos en pacientes, de manera no invasiva con el simulador visual antes mencionado y se llevarán a cabo en colaboración con la clínica oftalmológica AIKEN. (Fuente: UPV)

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