Bajo presión, Gobierno de Fernández encara comicios

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El Gobierno de Alberto Fernández se juega en los comicios legislativos del próximo domingo su hasta ahora predominio en el Parlamento, unas elecciones que se celebrarán en un contexto económico difícil para Argentina y con el antecedente de la dura derrota del oficialismo en las primarias de setiembre pasado.

Oficialismo y oposición concentran sus últimos esfuerzos en la semana, que estará marcada por los cierres de campaña, oportunidad final para intentar captar el voto de los 34,3 millones de argentinos llamados a las urnas.

En los comicios del próximo domingo se renovarán 127 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados y 24 de las 72 bancas del Senado.

Las listas de candidatos en competencia fueron definidas el pasado 12 de setiembre, en elecciones primarias con bajo nivel de participación por la pandemia y pese a que en Argentina el voto es obligatorio.

Esa jornada electoral se saldó con un duro revés para el gobernante Frente de Todos, que obtuvo un tercio de los votos totales, perdiendo significativo terreno respecto al resultado que en los comicios generales de octubre de 2019 llevó a Alberto Fernández a la Casa Rosada.

Como contrapartida, Juntos por el Cambio, el principal frente opositor, logró algo más del 40% de los votos, mejorando su desempeño electoral.

SONDEOS. De repetirse el resultado de las primarias, el oficialismo perdería el quórum propio en el Senado y podría reducir su bancada en Diputados hasta prácticamente quedar en igualdad numérica o, incluso por debajo, del bloque de Juntos por el Cambio, alianza que en setiembre consiguió sonoros triunfos en los mayores distritos electorales del país: Las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza y la capital del país.

“Todo indica que el Gobierno va a sufrir una derrota mayor a la de las primarias. Eso marcan las principales encuestas”, dijo a Efe el analista Patricio Giusto, de la consultora Diagnóstico Político.

Para el experto, la “derrota histórica de mitad de mandato” a la que se encamina el Gobierno podría “acelerar las pujas internas”, “con un posible “desprendimiento total” del ala que responde a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández.

En la decisión de los votantes pesa un escenario económico muy complejo.

Si bien la economía argentina muestra actualmente signos de recuperación tras la recesión iniciada en 2018 y el golpe pandémico que hundió la actividad un 9,9% en 2020, las secuelas de la crisis son evidentes y tienen su costado más calamitoso en un índice de pobreza del 40,6% y serios problemas de empleo.

La alta inflación no da tregua –52,5% interanual en setiembre–, se come los ingresos y desalienta la inversión en un país sin acceso a financiación externa, restricciones cambiarias, alto déficit fiscal y una multimillonaria deuda con el FMI que Argentina todavía no logra refinanciar. (U.H.com)

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