Extirpar tumores cerebrales preservando mejor un área del lenguaje

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La preservación del área del lenguaje durante la cirugía es un factor esencial para evitar déficits neurológicos permanentes y tiene un impacto importante en la calidad de vida del paciente después de la intervención quirúrgica.

Gracias a una investigación reciente, se podrá a partir de ahora extirpar tumores cerebrales preservando mejor una área del lenguaje mediante una técnica de imagen que describe, según la posición y grado del tumor, el tipo de desplazamiento o destrucción de una parte del cerebro directamente relacionada con la semántica y la ortografía del lenguaje.

Esta investigación la ha liderado la radióloga Àngels Camins y sus colegas del Hospital de Bellvitge, el Instituto de Diagnóstico por la Imagen (IDI), la Universidad de Barcelona y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), que forma parte de la institución CERCA de la Generalitat de Cataluña.

El estudio se ha hecho en el marco de un programa del Hospital de Bellvitge de aplicación de técnicas avanzadas de resonancia magnética funcional al ámbito asistencial, y ha aparecido en la revista académica Journal of Neuroimaging.

En este estudio, los investigadores han utilizado la resonancia magnética y, más en concreto, la técnica conocida como “tensor de difusión” para precisar mejor como el grado tumoral y la localización del tumor influyen en las áreas del lenguaje.

La afectación de este fascículo frente-occipital inferior puede hacer que el paciente deforme o sustituya palabras durante el discurso. Según destaca la Dra. Àngels Camins, gracias a la información aportada por este trabajo “los cirujanos podrán identificar de forma sistematizada y no invasiva este fascículo, ayudando a definir con precisión los límites de la resección tumoral”.

La resonancia magnética funcional permite detectar de manera no invasiva los cambios fisiológicos que tienen lugar en el cerebro relacionados con procesos mentales, por ejemplo durante la ejecución de una tarea. Las imágenes de la resonancia se obtienen aprovechando determinadas propiedades magnéticas de la materia y se basan en la premisa que, al producirse un proceso mental, las neuronas involucradas requieren de una mayor cantidad de energía.

En este tipo de estudios, se obtienen las imágenes a la vez que el paciente ejecuta una tarea específica del lenguaje y se identifica así en qué lugar exacto de su corteza cerebral se produce esta actividad. Estas imágenes se complementan con las del tensor de difusión, que proporciona información sobre las fibras o tratos cerebrales que conectan las áreas corticales obtenidas en la resonancia magnética funcional.

El Dr. Andreu Gabarrós, jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital de Bellvitge y coautor del estudio, destaca que “además de su utilidad en la investigación y las neurociencias cognitivas, la resonancia magnética funcional se ha convertido en la práctica clínica en una herramienta fundamental para identificar funciones neurológicas concretas y poder establecer así la mejor trayectoria quirúrgica para preservar estas funciones”. (Fuente: IDIBELL)

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