La OTAN pide poner a la industria militar a plena capacidad de producción

Los ministros de Defensa de la OTAN se han comprometido a acelerar significativamente la producción de armamento moderno y municiones, tanto para poder suministrar medios al Ejército ucraniano como para mantener la capacidad de defender su propio territorio. La invasión rusa de Ucrania ha puesto de manifiesto la necesidad de revertir el descenso sostenido en las capacidades militares de prácticamente todos los aliados para hacer frente a la incierta situación actual. Jens Stoltenberg, el secretario general de la OTAN, ha reconocido abiertamente que «el ritmo actual de consumo de municiones en Ucrania es muchas veces mayor que el de producción lo que pone a nuestras industrias de defensa bajo una gran presión».

Los ministros de Defensa aliados se reunieron este martes en Bruselas en diferentes formatos y con la participación de su colega ucraniano Oleksii Réznikov para intentar racionalizar la situación antes de que se produzca la esperada ofensiva rusa, de manera que los ucranianos no se queden sin municiones. Por ahora lo que los ministros han decidido es hacer un recuento de todos los medios de los que disponen los países y su estado de servicio, para tratar de optimizar el uso de todo el material que pueda ser compatible. Ahora se puede comprobar lo importante que ha sido la tendencia a hacer compatibles unos con otros la tecnología militar de los aliados.

Carrera logística

Gracias a ello, según Stoltenberg, «aún es posible encontrar alguna capacidad que no hemos utilizado» para aumentar la capacidad de suministro. «Estamos en una carrera de logística para lograr que capacidades esenciales, como municiones, combustible y piezas de repuesto lleguen a Ucrania antes de que Rusia tome la iniciativa. En este caso, la velocidad salvará vidas».

Estados Unidos ha anunciado que está revisando los contratos con las industrias militares para que aceleren el ritmo de producción; y Alemania también ha firmado ya un acuerdo para que se reanude la producción de municiones para el sistema de blindado antiaéreo ‘Guepard’, que había retirado del servicio pero que ha transferido a Ucrania. Otros países se han comprometido a modernizar carros de combate ucranianos de origen ruso. Además de Alemania, Polonia ha empezado también a entrenar a los militares ucranianos que van a utilizar los carros de combate Leopard.

La posibilidad de que la OTAN suministre también aviones caza a Ucrania, como había pedido en su gira europea de la semana pasada el presidente Volodímir Zelenski, también ha entrado en el debate, aunque por ahora es un tema rodeado de reticencias.

Stoltenberg dijo que los ministros hablaron este martes de ello formalmente, pero todavía sin tomar una decisión que a su juicio «tomará tiempo» y no se puede anteponer a «la principal prioridad que son las municiones y armamentos prometidos» al Ejército ucraniano. Sin embargo, el ministro ucraniano insistió en la reunión en la necesidad de que los aliados le entreguen los ansiados cazabombarderos F-16. A su llegada a la reunión el ministro, que vestía de traje y corbata y no de caqui como es habitual, enseñó a los periodistas un pañuelo con estampados de aviones para remarcar sus intenciones. De hecho se sabe que al menos se lo ha pedido ya a Holanda, que es uno de los muchos países que tiene estos aviones. En casi todos los ejércitos europeos, ese aparato está ya en el camino de salida, si no ha sido dado de baja como en Italia, pero para la mayoría de operadores la entrega de esos aparatos estaría condicionada a tener antes un sustituto y que en estos momentos solo puede ser el F-35 norteamericano, que está en el inicio de su producción.

En el caso de España, por ahora su contribución principal siguen siendo los Leopard, que tenía almacenados y retirados de servicio, que están siendo reacondicionados. Como no cuenta con aviones F-16 no ha intervenido en esta discusión concreta. Pero por otro lado, la ministra Margarita Robles ha firmado un convenio con su colega estonio, Hanno Pevkur, para instalar en aquel país una batería antiaérea Nasams de fabricación noruega, para proteger ese flanco de la Alianza. El anuncio fue hecho por el Gobierno estonio. España mantiene allí más de seiscientos soldados con dotaciones de carros de combate Leopard y blindados Pizarro.

Suecia y Finlandia

En cuanto al problema del ingreso de Suecia y Finlandia, el secretario general abrió la posibilidad de que no se produzca una entrada simultánea de los dos países, teniendo en cuenta las reticencias de Turquía con el caso de Suecia. «La pregunta principal no es si la ratificación del ingreso de Finlandia y Suecia se llevará a cabo a la vez. Lo importante es que ambos sean ratificados como miembros de pleno derecho lo antes posible», dijo Stoltenberg.

«Confío en que ambos serán miembros de pleno derecho y están trabajando arduamente para que ambos sean ratificados lo antes posible». No obstante, Stoltenberg destacó que «tanto Finlandia como Suecia ya están mucho más cerca y mucho más integradas en la OTAN» desde que los aliados adoptaron la decisión «histórica» de invitarles a ser miembros el pasado verano. De hecho, ya participan plenamente en las reuniones y han firmado acuerdos bilaterales de protección con varios países.

Los dos países que no han ratificado aún el protocolo de entrada de Suecia y Finlandia son Turquía y Hungría. En el caso Húngaro, oficialmente se trata de un «retraso» político, pero por lo que respecta a Suecia, Turquía ha cerrado la puerta después del incidente con la quema de un ejemplar del Corán frente a su embajada. (ABC.es)