Mejoras en el diagnóstico y el tratamiento de la arritmia

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Una nueva técnica mejora la precisión diagnóstica y la terapia personalizada de una arritmia común.

Un trabajo multidisciplinar dirigido por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en España ha permitido el desarrollo de un nuevo modo de evaluar los cambios estructurales y electrofisiológicos que se producen en el corazón, concretamente el remodelado auricular, de pacientes con un tipo de arritmia muy frecuente: la fibrilación auricular.  Esta nueva aproximación diagnóstica se basa en la evaluación de forma simultánea de la actividad eléctrica y la mecánica (contráctil) de las aurículas durante la fibrilación auricular.

Hasta la fecha, señala el investigador principal del estudio, David Filgueiras, “esto había supuesto un reto sin resolver”, ya que, por un lado, “la tecnología disponible no permitía integrar ambos tipos de información para obtener un marcador que proporcionara una evaluación más completa”, y por otro, “durante la fibrilación auricular los movimientos de contracción de las aurículas del corazón son de baja intensidad y su caracterización supone todo un reto tecnológico”.

La fibrilación auricular es un ritmo cardíaco irregular y a menudo muy rápido que puede provocar coágulos de sangre en el corazón y que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y otras complicaciones relacionadas con el corazón.

Hoy en día, la clasificación de los pacientes con fibrilación auricular se basa fundamentalmente en criterios temporales en función del tiempo que el paciente ha estado con la arritmia. Sin embargo, explica David Filgueiras, jefe del grupo Desarrollo Avanzado sobre Mecanismos y Terapias de las Arritmias del CNIC y cardiólogo del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos (IdISSC), “esta clasificación temporal no permite determinar el grado de remodelado subyacente de un paciente en concreto, lo cual tiene especial importancia en los primeros meses de evolución de la fibrilación auricular cuando el grado de avance de los procesos patológicos subyacentes puede seguir distintas velocidades de progresión”.

Para Filgueiras, “la relevancia de este nuevo abordaje diagnóstico se pone de manifiesto en su capacidad para hacer una evaluación personalizada del grado de avance del remodelado auricular en un paciente en concreto, más allá de la clasificación clínica basada en un criterio temporal”.

Daniel Enríquez Vázquez, del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña y miembro del CIBERCV, junto con los otros dos primeros firmantes del trabajo, Jorge G. Quintanilla y Alba García Escolano, del CNIC, destacan que “a nivel clínico, los resultados del trabajo indican que la identificación de disociación electromecánica en pacientes con fibrilación auricular nos informa de un mayor avance de la enfermedad y la necesidad de tomar decisiones más rápidas para devolver de forma eficaz y duradera el ritmo cardíaco normal a estos pacientes”.

El equipo dirigido por Filgueiras, en colaboración con investigadores nacionales e internacionales del Hospital Clínico San Carlos, Hospital Universitario Central de Asturias, Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, Universidad Complutense de Madrid, Universidad Politécnica de Madrid, Universidad Autónoma de Barcelona, Universidad de Connecticut (Estados Unidos) y CIBERCV, ha trabajado durante los últimos 10 años para que puedan integrarse la información eléctrica y mecánica, y permitir así una caracterización personalizada del estadio de los cambios patológicos asociados a la progresión de la fibrilación auricular.

Esto ha sido posible gracias a la colaboración de un equipo multidisciplinar.

En una primera fase, clínicos, ingenieros y físicos idearon la estrategia más adecuada para integrar ambos tipos de información. La solución se obtuvo integrando la señal de imagen Doppler tisular de las aurículas -una prueba no invasiva que permite obtener señales relacionadas con el desplazamiento del tejido- para evaluar la actividad mecánica, con la señal del electrocardiograma de superficie, para evaluar la actividad eléctrica.

Ambos tipos de información se obtienen de forma no invasiva y pueden registrarse durante la realización de un estudio de ecocardiografía transtorácica – prueba que estudia la forma y función del corazón y parte de sus estructuras internas-, lo cual facilita su implementación en el ámbito clínico. (NCYT)

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