Los pacientes covid-19 en UCI tienen más probabilidades arritmias cardíacas
Los pacientes con covid-19 ingresados en una unidad de cuidados intensivos (UCI) tenían 10 veces más probabilidades de sufrir un paro cardíaco o trastornos del ritmo cardíaco (arritmias) que los que no necesitaron ingresar en la unidad de críticos, según un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.).
Los investigadores, cuyo trabajo se publica en «Heart Rhythm Journal», aseguran que sus resultados sugieren que los paros cardíacos y las arritmias sufridas por algunos pacientes con covid-19 se deban posiblemente a una forma grave y sistémica de la enfermedad y, advierte, no son la única consecuencia negativa de la infección viral.
Los hallazgos, que difieren significativamente de los primeros informes que mostraron una alta incidencia de arritmias entre todos los pacientes con covid-19, proporcionan más datos sobre el papel del nuevo coronavirus, SARS-COV-2, y la enfermedad que causa, covid- 19, en el desarrollo de arritmias, que incluyen frecuencia cardíaca irregular (fibrilación auricular), ritmos cardíacos lentos (bradiarritmia) o frecuencia cardíaca rápida que se detiene por sí sola en 30 segundos (taquicardia ventricular no sostenida).
«Con el fin de proteger y tratar mejor a los pacientes que desarrollan covid-19, es fundamental mejorar nuestra comprensión de cómo la enfermedad afecta a varios órganos y vías dentro de nuestro cuerpo, incluidas nuestras anormalidades del ritmo cardíaco», reconoce el autor senior del estudio, Rajat Deo, electrofisiólogo cardíaco y profesor asociado de medicina cardiovascular.
«Nuestros hallazgos sugieren que las causas no cardíacas como la infección sistémica, la inflamación y la enfermedad pueden contribuir más a la aparición de paro cardíaco y arritmias que las células cardíacas dañadas o infectadas debido a la infección viral», añade Deo.
Estudios recientes llevados a cabo en China han sugerido que covid-19 está asociado con una elevada incidencia de arritmias cardíacas, especialmente entre pacientes ingresados en UCI: los primeros informes mostraron que el 44 por ciento de los pacientes ingresados en la UCI sufrían arritmias.
Los problemas del ritmo cardíaco se producen cuando los impulsos eléctricos que coordinan los latidos cardíacos no funcionan correctamente, lo que hace que el corazón lata demasiado rápido, demasiado lento o de manera irregular. Si no se trata, las arritmias cardíacas pueden provocar problemas médicos graves, como accidente cerebrovascular o ictus y paro cardíaco, la pérdida brusca de la función cardíaca.
Para valorar el riesgo y la incidencia de paro cardíaco y arritmias entre pacientes hospitalizados con covid-19, los investigadores evaluaron los datos de 700 pacientes con covid-19 que ingresaron en el Hospital de la Universidad de Pennsylvania entre principios de marzo y mediados de mayo.
Los investigadores evaluaron la telemetría cardíaca y los registros clínicos de la demografía del paciente y las comorbilidades médicas, como enfermedades cardíacas, diabetes y enfermedad renal crónica, y registraron los signos vitales del paciente, los resultados de las pruebas y el tratamiento.
La edad media de la cohorte de pacientes era de 50 años, y los pacientes de raza negra representaban más del 70% de la población. Los investigadores identificaron un total de 53 eventos arrítmicos: nueve pacientes que sufrieron un paro cardíaco, 25 pacientes con fibrilación auricular que requirieron tratamiento, nueve pacientes con bradiarritmias clínicamente significativas y 10 eventos de taquicardia ventricular no sostenida. El equipo no identificó ningún caso de bloqueo cardíaco, taquicardia ventricular sostenida o fibrilación ventricular.
De los 700 pacientes hospitalizados, alrededor del 11 por ciento fue ingresado en la UCI. Ninguno de los pacientes hospitalizados en UCI sufrió un paro cardíaco. Después de controlar los factores demográficos y clínicos, los investigadores encontraron que el paro cardíaco y las arritmias tenían más probabilidades de ocurrir entre los pacientes en una UCI en comparación con los otros pacientes.
Los investigadores reconocen que el estudio tiene varias limitaciones, incluido que el análisis se realizó desde un solo centro que presta servicios a una gran población urbana.
«Se necesita más investigación para evaluar si la presencia de arritmias cardíacas tiene efectos a largo plazo en la salud de los pacientes hospitalizados por covid-19», añade Deo. «Mientras tanto, es importante que iniciemos estudios para evaluar las estrategias más efectivas y seguras para la anticoagulación a largo plazo y el control del ritmo en esta población». (ABC)