Con presencia de 4 artistas argentinos, la Bienal de Berlín deconstruye hegemonías

0

Esta versión, que durará hasta noviembre, tiene una programación que exhibe en contexto de pandemia procesos artísticos y políticos, corporiza cuerpos disidentes y ritos ancestrales.
La décima primera Bienal de Berlín de Arte Contemporáneo, centrada en una mirada con fuerte impronta latinoamericana, presenta hasta noviembre su epílogo «The Crack Begins Within» donde dialogan obras y experiencias de más de 70 artistas entre los que hay cuatro argentinos,
(German Federal Cultural Foundation), la Bienal tuvo su primera edición en 1998 por iniciativa de Eberhard Mayntz y Klaus Biesenbac Kunst-Werke y encara por estos días su undécima -y atípica- versión con una programación en contexto de pandemia que exhibe procesos artísticos y políticos, corporiza cuerpos disidentes, ritos ancestrales y deconstruye hegemonías, en un presente en crisis donde la periferia se objetiva en el centro e interpela.
Desde septiembre de 2019 la bienal se desarrolló a través de tres experiencias: «The bones of the world», Virginia de Medeiros (Feminis Health Care Research Group), y «Affect Archives» (Sinthuajan Varatharajah, Osías Yanov), que fueron complementadas con presentaciones, performances, talleres y residencias de artistas.
Más de 70 artistas participaron desde entonces pero por las restricciones impuestas por el nuevo coronavirus solo 22 pudieron estar presentes en Berlín para el montaje y la apertura. Sin embargo, los organizadores buscaron el modo para que aquellos que no pudieron viajar estuvieran presentes, a través de «encuentros virtuales (videos, poemas, audios), como una nueva forma de diálogo con el público», explica Cervetto en diálogo con Télam.
La última fase, titulada «The Crack Begins Within» («La grieta comienza desde adentro»), había sido programada para junio pero por la crisis sanitaria recién se lanzó en estos días y.
Dentro de la amplia selección, figuran cuatro artistas argentinos: Florencia Rodrígues Giles, Osías Yanov, Mariela Scafati y la drag queen Bartolina Xixa (TIlcara, creada por Maximiliano Mamani).
«Una bienal como la de Berlín es un espacio de investigación, experimentación y actualidad en la relación entre el arte y la sociedad, que siempre tuvo en cuenta nuevas formas discursivas en la realización de una exposición bienal. También pone atención a contextos y experiencias entre arte y política, que acerquen y permitan entender al público europeo cuestiones que tienen que ver con su sociedad actual, mirando a la vez hacia otros contextos», destaca Pérez Rubio.
El curador refiere a Télam que cuando seleccionaron la propuesta, «era evidente la implicación con diferentes formas de conocimiento, estudio, pedagogía, luchas y resistencia que traíamos desde América del Sur. Ello sumado a las teorías decoloniales que vienen implícitas en nuestros trabajos, referidos tanto a los museos como a los conocimientos, a los cuerpos, géneros y sexualidades».
Según el exdirector artístico del Malba, la propuesta es un importante aporte a la bienal y al público alemán, que «no está tan acostumbrado a la relación ‘de tu a tu’ con los postulados del Sur», motivo por el cual «más de la mitad de los participantes son de América Latina y muchos otros del Sur Global», señala.
Acerca de la mirada curatorial, Pérez Rubio dice que «esta bienal es un proceso colectivo, que rompe la unicidad de la voz curatorial, tanto en singular, como en género, como en geopolítica». El conjunto de las tres experiencias previas «han sido como capas que se fueron sedimentando en el tiempo» y también «capas de significado» para abordar ahora el epílogo.
«Una bienal como la de Berlín es un espacio de investigación, experimentación y actualidad en la relación entre el arte y la sociedad»”
«Esta última experiencia es un ejercicio de reconocimiento mutuo, un reconocimiento de las grietas del sistema, de las que se rompen a través de las luchas que el sistema patriarcal tardo-capitalista, colonial y extractivista ha hecho que nos encontremos en estos momentos encerrados bajo una pandemia -analiza-. De todos modos, , los luchadores, sus fracturas y su poder para invertir los órdenes que se establecieron en desigualdad».
Para Pérez Rubio, la Bienal «condensa diferentes posiciones dentro de una lucha por el bienestar común, a partir de una nueva lectura descolonial del arte entroncada con las lecturas y pensamientos del Sur del grupo modernidad/colonialidad, con base latinoamericana, pero incluyendo los postulados cuir/queer y feministas en este tardo-capitalismo de emergencia que nos toca vivir».
Y explica que tomaron «las experiencias del artista brasileño de los años 30 Flavio de Carvalho como motor de esta propuesta, para ver de qué manera sus proto-performance podrían ser válidas si las espejásemos en la realidad actual».
Por su parte, al igual que «algunos de los proyectos de artistas se modificaron, dada la imposibilidad de viajar, y las consecuencias a nivel personal y social que tuvo la pandemia».
La curadora argentina manifiesta lo duro que resultó marzo, cuando se declaró la emergencia y estaban trabajando en la Experiencia 3, el programa de actividades, y también para la cuarta etapa. «Todo esto se derrumbó con la pandemia», subraya.
«Atravesamos tres meses de pausa total, de incertidumbre con respecto a lo que iba a pasar, sabiendo que estaba ya todo en marcha. A pesar de la situación extrema, siempre mantuvimos que no íbamos a soltar la mano de ninguno de nuestros artistas y el compromiso que teníamos con ellos y su trabajo. Recién a finales de mayo reabrimos la exposición», indica. (Opinión.bo)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *