¿Formación de una sustancia cancerígena dentro de tuberías de agua potable?
Una investigación reciente alerta del riesgo de que ciertos desinfectantes puedan reaccionar químicamente con un componente de una clase de tuberías de agua potable cuando su interior se ha oxidado, dando como resultado la formación de una sustancia cancerígena.
Las tuberías de hierro para distribución de agua potable que se han oxidado pueden reaccionar con los residuos de algunos desinfectantes y producir como resultado cromo hexavalente en el agua potable, según los resultados de una nueva investigación a cargo de Haizhou Liu, Cheng Tan y Sumant Avasarala, todos de la Universidad de California en Riverside (UCR) de Estados Unidos. El cromo hexavalente es un carcinógeno, o sea una sustancia que tiende a provocar cáncer.
El cromo es un metal que se encuentra de manera natural en suelos y en aguas subterráneas. En el agua potable y en los alimentos pueden aparecer trazas de cromo trivalente, pero se cree que no entrañan peligro para la salud. De hecho, a menudo se añade cromo al hierro para hacerlo más resistente a la corrosión.
Sin embargo, ciertas reacciones químicas pueden transformar el cromo en una forma hexavalente que crea mutaciones genéticas cancerígenas en las células. Esta forma cancerígena del cromo ya ha sido objeto de acciones legales, como las impulsadas por la ecologista Erin Brockovich cuya vida y actividad fue llevada al cine en la película «Erin Brockovich», protagonizada por Julia Roberts y que ganó un Oscar.
Los autores del estudio analizaron segmentos de dos tuberías que habían estado en servicio durante unos 5 y 70 años respectivamente e indujeron la corrosión en algunas partes. Tras raspar la herrumbre, molerla hasta convertirla en polvo y medir la cantidad y los tipos de cromo presentes, los investigadores pusieron las muestras en ácido hipocloroso, la forma de cloro que se utiliza habitualmente en las plantas municipales de tratamiento de agua potable y en los sistemas de distribución de agua potable.
Experimentos anteriores habían demostrado que algunos desinfectantes del agua podían transformar el cromo trivalente en cromo hexavalente (o sea, tóxico), pero el grupo se sorprendió cuando el cromo cerovalente que se detectó en las tuberías de hierro oxidado se transformaba más rápidamente en la forma tóxica. Siguieron con experimentos de modelado en los que se ponían a prueba diversas posibilidades sobre cuánto cromo hexavalente podía salir del grifo en condiciones reales. El peor de los casos ocurrió en el agua potable con altos niveles de bromuro.
El equipo de Liu advierte también de que a medida que se intensifique la crisis mundial del agua, el agua reciclada así como la desalinizada (ambas tienden a contener niveles más altos de bromuro) tendrán mayor presencia en la vida cotidiana de la gente, lo que pone de relieve la necesidad de conocer a fondo la contaminación por cromo así como formas de prevenirla. Liu y sus colegas recomiendan reducir el uso de tuberías con altos niveles de cromo y emplear desinfectantes menos reactivos con el cromo. (Fuente: NCYT de Amazings)