VENEZUELA: Ciudadanos rompen la cuarentena para buscar comida y gasolina

0

Si hasta hace poco los venezolanos nadaban en petróleo hoy día no les alcanza ni para repostar 20 litros en su coche y 4 escasos litros para la moto. Pero el racionamiento de gasolina aplicado por el número y día del «pico y placa» del coche lo aceptarían a regañadientes si no fuera porque no hay ni una gota en las gasolineras.

Por primera vez en más de 100 años de producción petrolera ininterrumpida, los caraqueños se gastan entre 8 y 72 horas en las colas de hasta 10 kilómetros en las seis estaciones de servicios reservadas para abastecer a un millón de vehículos.

Pero el problema es que solo queda el 10% de los 300.000 barriles diarios de la demanda interna. Y esos 30.000 barriles se van a agotar en un abrir y cerrar de ojos. De ahí la angustia y el pánico porque no hay esperanza de que las refinerías internas puedan producir ni un litro ni se ve ningún carguero petrolero en el horizonte caribeño que traiga del exterior algo para mitigar la sequía interna de combustible.

Las refinerías venezolanas tienen una capacidad para producir 1,3 millones de barriles diarios pero en estos momentos no aportan ni una gota. Iván Freites, jefe del sindicato petrolero, ha adelantado que las refinerías de Amuay y Paraguaná en el estado Falcón se encuentran paralizadas y la del Palito en Carabobo también, desmintiendo así que el régimen la haya reactivado.

Las últimas gotas de gasolina han generado una crispación entre los venezolanos que no les importa saltarse la cuarentena, «prefiero morir del coronavirus que de hambre» dicen muchos.

Según el presidente interino Juan Guaidó «no hay gasolina porque la dictadura de Nicolás Maduro ha destruido las refinerías en los últimos 20 años de chavismo».

Los médicos, técnicos y profesionales de la salud y la comunicación tienen prioridad para surtirse de gasolina, sin embargo, esto no se cumple. En las colas se observan las ambulancias esperando para surtirse, embarazadas pariendo a sus bebés y todo tipo de situaciones insólitas, además de las peleas porque alguien se saltó la cola o de los delincuentes que roban la gasolina de los coches que esperan en la fila.

Pero lo más grave de la escasez de combustible se registra en el campo. Los agricultores, productores de ganado y camioneros están perdiendo sus cosechas, que prefieren arrojar en la carretera porque no tienen gasolina para transportarlas y distribuirlas al mercado.

Los gremios empresariales han alertado sobre la hambruna en ciernes. En los barrios populosos de Petare y Catia de Caracas los habitantes se saltan la cuarentena buscando comida en los pocos comercios que se mantienen abiertos. «Si no morimos por el Covid-19 morimos del hambre. Tenemos que salir para comer», dicen los motoristas. (ABC)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *