Según expertos, la oferta de 600 mil empleos requiere de préstamos y recortes
Expertos consideran que el Gobierno deberá hacer recortes en el gasto público y en las inversiones, además de buscar créditos internacionales o vender Bonos Soberanos para generar los 600.000 empleos que prometió ayer la presidenta Jeanine Añez al conmemorar el Primero de Mayo.
“La primera medida debe ser racionalizar el gasto público que fue creciendo los pasados años y donde hubo signos de despilfarro. Ese gasto debe ser evaluado ítem por ítem y priorizar sólo lo necesario. Otra parte viene de la inversión pública que, en los pasados años, se destinó a proyectos sin viabilidad económica. Esa inversión debe ser racionalizada”, sostuvo el analista económico Armando Álvarez.
El experto consideró que se debe priorizar los proyectos en salud y dejar aquellos que no se iniciaron y que no son una prioridad. “Una tercera fuente es el financiamiento externo; en este caso, los organismos multilaterales como el FMI, el BM, el BID, la CAF han establecido líneas de financiamiento de emergencia para que los distintos países puedan acudir a ellas y enfrentar las consecuencias que esta situación generó”, añadió.
Además, sugirió buscar recursos con los Bonos soberanos aunque las condiciones para emitirlos en los mercados externos no son tan favorables.
Tales observaciones surgen después de que Añez anunció ayer, en el Día del Trabajo, un plan para crear 600.000 empleos que se implementarán desde junio, basado en la construcción de hospitales, enlosetados, aceras y parques.
“Crearemos empleos en obras de salud. Vamos a hacer obras en los barrios para tener vecindarios con empleos”, apuntó la Presidenta en un discurso en el que convocó a la Central Obrera a trabajar juntos.
Para el consultor internacional sobre finanzas, Jaime Dunn, el trabajo que propone la Presidenta será eventual. “Este tipo de inversión podría venir de la reducción de gasto de la inversión pública que en el pasado tenía asignaciones presupuestarias poco eficientes y que todavía el Gobierno está trabajando con ello”, declaró.
En el pasado, explicó, en el Presupuesto General de la Nación (PGN) habían 75 mil millones de bolivianos asignados a empresas púbicas, muchas de las cuales no tenían sentido.
“Ahí tienen un respaldo que se debe reasignar mejor forma”, afirmó. Además, indicó que el Gobierno ahorró recursos por la paralización de la inversión pública lo que “generó un colchón importante de recursos”.
Para el analista Marcelo Silva, el discurso presidencial por el Día del Trabajo tuvo un elemento técnico y otro político.
“En el primero, el sentido técnico, el Gobierno de Añez decidió ser un Estado generador del empleo; eso significa volver al modelo de los años 30 y 50 donde la reactivación de la económica es propiedad del Estado”.
En el sentido político, Silva cree que es una respuesta al clima electoral del país dejando a la emergencia del coronavirus en un segundo nivel. “Parece que el Gobierno se muestra como un actor decidido a establecer y tomar decisiones políticas sin consensos”, explicó.
Tal análisis surge después de que el candidato presidencial Carlos Mesa llamó a una mesa de diálogo. “La respuesta (al candidato presidencial) es que nosotros (como Gobierno) somos los que vamos a tomar las decisiones y ser los principales actores de reactivación de la economía. Al ser protagonista, no vamos a tener una Presidenta pasiva o que juegue de árbitro”, aclaró.
También consideró que el mensaje fue una respuesta política al MAS al que le quieren decir que el Gobierno va a tomar las medidas que buscarán un rédito electoral para las siguientes elecciones. “La estrategia parece ser polarizar entre el MAS y la candidata Añez. Veremos si lo logran, pero el mensaje tiene este sentido político”, dijo.