La estatuafobia se extiende por Estados Unidos

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En el país comienzan a registrarse la destrucción de símbolos como las esculturas de Colón y de líderes esclavistas. Trump reanudará sus mítines en Tulsa, símbolo de la matanza de negros.

«Traed salvia, traed tambores, vestid vuestros trajes con campanillas, y la mascarilla». Con ese mensaje, que combinaba el folclore tribal y las medidas de precaución contra el coronavirus, la Asociación Indígena de Richmond, la capital del estado de Virginia, convocó el martes a sus seguidores y simpatizantes en el Parque Byrd de la ciudad a las 6 de la tarde. La foto que acompañaba al mensaje dejaba pocas dudas acerca del objetivo de la protesta: era una imagen de la escultura de Cristóbal Colón en el parque, pintada de rojo, con las palabras ‘No más colonizadores, esclavizadores, y colonialistas’.

Pocas horas después, la escultura estaba en el fondo de un estanque. Los manifestantes habían pasado una soga alrededor de la estatua, la habían arrancado, y la habían echado al agua. No había sido un incidente aislado. A 765 kilómetros en línea recta de Richmond, en la ciudad de Boston, en el estado de Massachusetts, la escultura de Colón era decapitada en aquel mismo momento.

El miércoles, las autoridades de Richmond sacaron del estanque la estatua de Colón, y las de Boston desmantelaron la suya. Marty Walsh, el alcalde de esa última ciudad, dio una muy mesurada explicación del futuro de la estatua descabezada. «Dada la conversación que estamos teniendo en este momento en nuestra ciudad de Boston y en todo el país, vamos a tomarnos nuestro tiempo para evaluar el significado histórico de esta acción». Los activistas antiestatuas, sin embargo, no se estaban tomando tiempo para evaluar otra cosa que no fuera cómo echar abajo estatuas.

En la ciudad de Minneapolis, donde comenzó la actual crisis tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos del agente de policía Derek Chauvin, el 27 de mayo, un grupo de activistas convocados por el Movimiento Indio Estadounidense (AIM, según sus siglas en inglés) echaba abajo el miércoles la estatua de Cristóbal Colón situada frente al Capitolio -es decir, el edificio en el que se reúne el Congreso- del estado.

La ‘estatuafobia’, así pues, se está extendiendo por Estados Unidos. Es la nueva fase del debate -más bien, pelea a gritos- sobre las relaciones raciales en ese país. Ahora, la disputa está centrada en los símbolos. Algunos de ellos son de personalidades que jugaron un papel central en el mantenimiento de la esclavitud. Ése es el caso de Jefferson Davis, el presidente de la Confederación, es decir, de los secesionistas que rompieron el país en 1861 para mantener la «institución peculiar» -como se llamaba a la esclavitud entonces- y desencadenaron la Guerra Civil de 1961 a 1965, de lejos el mayor conflicto armado que EEUU ha tenido en su Historia. La estatua de Davis en la Avenida de los Monumentos en Richmond -un impresionante paseo lleno de esculturas que homenajean a los héroes de la causa de la esclavitud- fue derribada el miércoles. (EL MUNDO.es)

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