Nanopartículas magnéticas contra el cáncer
Unos científicos de la Universidad Federal Báltica Immanuel Kant (IKBFU) en Kaliningrado y la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología (MISiS) de Moscú, ambas instituciones en Rusia, han estudiado cómo unas nanopartículas magnéticas afectan a las células cancerosas del hígado humano.
Debido a sus propiedades únicas, las nanopartículas magnéticas pueden ser usadas para diagnósticos y terapias personalizadas en diversos casos de cáncer, y también pueden servir como un efectivo agente de contraste para observar tumores mediante resonancia magnética.
Se sabe que las células cancerosas humanas pueden absorber nanopartículas magnéticas. Esta propiedad se puede utilizar en terapias contra el cáncer al menos de tres maneras: calentamiento local de un tumor cuando se expone a un campo magnético variable (hipertermia magnética), administración de medicamentos guiada a puntos muy específicos, o efectos citotóxicos selectivos de las nanopartículas en las células cancerosas.
El equipo integrado, entre otros, por Valeria Rodionova y Stanislav Pshenichnikov, de la IKBFU, y Maxim Abakumov, de la MISiS, estudió las peculiaridades de la influencia de las nanopartículas en los orgánulos celulares y se familiarizó a fondo con las peculiaridades de los procesos intracelulares utilizando diferentes líneas de células cancerosas de hígado. Los objetos muy pequeños como las nanopartículas pueden ser fácilmente «comidos» por las células, pero esto no siempre sucede; en algunos casos, las nanopartículas pueden dañar la estructura de una célula, penetrar en ella y matarla. Al añadir nanopartículas de óxido de hierro con diversas formas al medio nutritivo de las células, los científicos pudieron comprobar el grado y la naturaleza de los cambios en el cultivo celular.
Los autores del estudio han determinado que el comportamiento de las células cancerosas depende de la concentración de nanopartículas en la solución y, lo más importante, del tipo de cáncer. El hecho es que diferentes células responden de manera diferente a las mismas partículas. Esto hace posible crear un instrumento basado en nanopartículas con el que suprimir selectivamente las células cancerosas y mantener intactas las células sanas.
Rodionova y sus colegas llevaron a cabo experimentos sobre cómo las células cancerosas de hígado humano reaccionan a varios tipos de nanopartículas magnéticas. Descubrieron que los nanocubos de óxido de hierro y los nanorracimos son capaces de activar ciertos genes que dan una «orden de autodestrucción» a las células cancerosas de hígado. Este descubrimiento aporta datos nuevos y esclarecedores sobre los mecanismos que regulan la muerte celular provocada por la citotoxicidad de las nanopartículas. (Fuente: NCYT Amazings)