Enchufe solar, una alternativa energética
¿Te podrías imaginar un enchufe con el que producir electricidad para ciertos electrodomésticos? En este artículo te queremos hablar del enchufe solar, una alternativa solar energética fácil de usar y que hace que puedas cargar tus dispositivos sin necesidad de acceder a la red eléctrica.
¿Qué es el enchufe solar?
A este invento se le conoce como Window Socket, es de un tamaño reducido, redondo e incluye una ventosa para poder anclarse en el cristal de las ventanas. Un enchufe solar es fácil de transportar y muy práctico. Eso sí, debe recibir directamente la luz solar para obtener un buen resultado y una buena carga. Para lograr una carga completa se necesitarían entre unas 5 u 8 horas y trabajando con 1.000 mAh. Aunque ya se están trabajando en versiones con una mayor capacidad y una mayor rapidez de carga. La carga acumulada permanecerá hasta pasadas 10 horas.
¿Cómo funciona un enchufe solar?
El funcionamiento de los enchufes solares es muy similar a los de cualquier panel fotovoltaico. Aun así, debemos mencionar que se trata de superficies o paneles muy pequeños con la capacidad de almacenar y transformar la energía de los rayos solares obtenidos a través de las ventanas o ventanales, para posteriormente ser utilizados para cargar o distribuir la electricidad a cientos dispositivos que no requieren de muchos amperios o corriente eléctrica de potencia.
Tan solo necesita adherirse a una ventana para poder acumular energía solar a través de unos pequeños paneles solares. En la parte adherida se encuentra el panel que se encarga de obtener la energía, y en su otra cara tendrás el enchufe en sí. Una vez acumulada la energía, el propio dispositivo se encarga de transformarla en electricidad para el consumo.
¿Cuál es el origen de este producto?
El enchufe solar apareció en el año 2010 y los responsables fueron dos jóvenes llamados Kyuho Song y Boa Oh. Ambos detectaron una necesidad real a la hora de generar electricidad para la utilización de dispositivos pequeños y medianos. A partir de ahí, llegaron a la conclusión de crear un dispositivo que fuera capaz de “pegarse a una ventana” y utilizar así los rayos solares para poder generar corriente: práctico, poco contaminante, renovable y eficiente. (NCYT)