Grecia recuperará 47 valiosas piezas arqueológicas de su patrimonio

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El Ministerio de Cultura heleno ha anunciado que Grecia va a recuperar próximamente 47 objetos arqueológicos de gran valor, que formaban parte de la colección de arte de Michael Steinhardt, un financiero y filántropo multimillonario de 81 años que reside Nueva York. Se trata de objetos que fueron robados de excavaciones en distintas partes de Grecia, como el centro del país y diversas islas como Creta, Paros, Naxos, Samos y Rodas. Los objetos más destacados son un larnax (pequeño sarcófago de cerámica para guardar huesos) minoico, un torso de kouros (figura de atleta), un busto de grifo en bronce, vasijas cicládicas, estatuillas y espadas de bronce.

La ministra de Cultura, Lina Mendoni, ha agradecido a las autoridades americanas, así como a los funcionarios del Ministerio de Cultura su trabajo para «documentar y recuperar las antigüedades exportadas ilegalmente de Grecia que figuraban en la Colección Steinhardt».

Sin el trabajo del coronel Matthew Bogdanos, asistente del fiscal Cyrus Vance Jr., y su colaboración con el ministerio griego no se podría haber conseguido recuperar estas obras. Ha sido necesario un detallado estudio y documentación exhaustiva sobre 47 obras de arte, efectuado por la Dirección de Documentación y Protección de Bienes Culturales del ministerio griego en colaboración con la Fiscalía de Manhattan en Nueva York.

Michael Steinhardt es un multimillonario que vive en Nueva York y que atesora una importantísima colección de arte. Se ha visto obligado a entregar 180 objetos de su colección, valorados en 70 millones de dólares, entre los que se encuentran los 47 que volverán a Grecia. El coleccionista tendrá que devolver muchos más objetos a otros diez países que había obtenido gracias a varias redes criminales: concretamente, a Bulgaria, Egipto, Irak, Israel, Italia, Jordania, Líbano, Libia, Siria y Turquía. Y también deberá cumplir la prohibición de seguir coleccionando de por vida, una decisión sin precedentes según la oficina del fiscal del Distrito de Manhattan. Steinhardt ha debido aceptar esta decisión tras una investigación de cuatro años, que demostró que los objetos que le han sido incautados provenían de una operación de tráfico de antigüedades internacional. Los objetos habían sido robados de distintas excavaciones y exportados ilegalmente a estos once países, apareciendo posteriormente en el mercado del arte sin que se pudiera establecer su procedencia legal.

Se sabía que Steinhardt era un ávido coleccionista y que había tenido problemas con la justicia ya en los años noventa. En 1997 un juez federal dictó que un cuenco de oro que había adquirido por un millón de dólares había sido importado ilegalmente, aunque el coleccionista insistía en que había sido «un dueño inocente». Pero se comenzó a investigar toda su colección en febrero de 2017, cuando los fiscales pudieron demostrar que había comprado una estatua robada del Líbano durante su guerra civil y la había prestado posteriormente al Museo Metropolitano de Nueva York. La investigación en su registro de compras aumentaron las sospechas de su comportamiento criminal. «Durante décadas, Michael Steinhardt mostró un apetito voraz por los artefactos saqueados, sin preocuparse por la legalidad de sus acciones, la legitimidad de las piezas que compró y vendió, o el daño cultural grave que causó en todo el mundo«, declaró el fiscal del Distrito, Cyrus Vance Jr., en un comunicado. Destacó que su búsqueda de nuevos objetos para exhibir y vender «no conocía fronteras geográficas o morales, como se refleja en el inframundo de traficantes de antigüedades, jefes criminales, blanqueadores de dinero y saqueadores de tumbas en los que confiaba para expandir su colección».

Si Steinhardt cumple los términos de su acuerdo con la fiscalía, entre ellos no coleccionar objetos de arte nunca más, no será condenado y los objetos serán devueltos lo antes posible a sus propietarios legítimos y no retenidos como evidencia. De esta manera también se protegerá la identidad de muchos testigos tanto en Estados Unidos como en el extranjero, cuyos nombres serían divulgados durante el juicio. Por su parte, el abogado de Steinhardt, Andrew J. Levander, afirmó que el coleccionista estaba contento de que terminara la investigación sin cargos y que «los objetos tomados indebidamente serán devueltos a sus países de origen». Eso sí, también se reserva su derecho para exigir una compensación a las personas que le engañaron sobre los títulos legales de los objetos que le vendieron y su supuesta procedencia. (ABC.es)

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