China rechaza las sanciones pero mantiene su ambigüedad ante la invasión de Ucrania
La preocupante evolución de los hechos en Ucrania no ha llevado a China a abandonar su pretendida ambigüedad estratégica. Durante la rueda de prensa diaria del ministerio de Exteriores, su portavoz Wang Wenbin se ha negado a contestar, una vez más, si el gigante asiático considera una «invasión» la ofensiva militar rusa que ya rodea Kiev y Járkov, las dos principales ciudades ucranianas, y deja más de 350 víctimas civiles.
Wang, eso sí, ha tratado de marcar distancia con respecto a Rusia, aclarando que ambos países comparten una «sociedad estratégica comprensiva» pero no son aliados. Esta frase ha llegado en respuesta a una pregunta de ABC respecto a las declaraciones recientes de la portavoz del ministerio de Exteriores ruso, Maria Zakharova, a la televisión ‘Rossiya 1’, en las que aseguraba que la reacción de China al ataque demostraba su «amistad».
«Una amistad sin límites» es, precisamente, el término que empleaba el comunicado conjunto emitido tras el encuentro personal de Vladimir Putin y Xi Jinping en Pekín el pasado 4 de febrero con motivo de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno. El portavoz gubernamental tampoco ha respondido a este medio al cuestionar si el gigante asiático define su postura como «neutral». «C hina siempre está del lado de la paz y la justicia», se ha limitado a afirmar Wang. El pasado viernes, China se abstuvo –como India y Emiratos Árabes– en la votación del Consejo de Seguridad de la ONU en condena de la actuación de Rusia, vetada por este mismo país.
El ministerio ha reiterado las claves que rigen su posición oficial desde que las tropas rusas entraran en suelo ucraniano la semana pasada. China respeta la «soberanía e integridad territorial de acuerdo a la Carta de la ONU», aunque reconoce «complejos factores históricos» y las «legítimas preocupaciones de Rusia en materia de seguridad», por lo que defiende una «resolución pacífica» y llama «a todos los actores a ejercer la moderación para prevenir una mayor escalada». Se trata de la misma reacción, palabra por palabra, recogida en los «cinco puntos» expuestos el sábado por el ministro Wang Yi, horas después de la llamada telefónica entre Xi y Putin en la que este último expresó su disposición a negociar.
Contra las sanciones «ilegales e unilaterales»
China también ha criticado las sanciones, aunque sin referirse a ellas de manera explícita. Wang ha señalado que «China se opone a todo tipo de sanciones ilegales e unilaterales», añadiendo que «los hechos demuestran que estas no son una manera efectiva de solucionar problemas». «China y Rusia continuarán llevando a cabo cooperación comercial normal de acuerdo a los principios de respeto mutuo, igualdad y beneficio mutuo».
Con respecto a la activación del arsenal nuclear ruso, ordenado por Putin en la tarde del domingo como respuesta a la reacción de Occidente, Wang ha sentenciado que «una guerra nuclear no puede ganarse y no debe pelearse» aunque, de nuevo, sin expresar crítica alguna hacia Rusia.
Sin embargo, sí las ha dirigido hacia Estados Unidos, a quien ha culpado de « alimentar el conflicto» y a Japón, tras las declaraciones ayer del ex primer ministro Shinzo Abe en las que proponía albergar armas nucleares de EE.UU. en un marco legal similar al de la OTAN. Wang ha recordado los «graves crímenes de guerra» cometidos por Japón el pasado y denunciado «la peligrosa tendencia que el militarismo representa» allí. (ABC)