El Trump peruano gana la alcaldía de Lima y pide al presidente Castillo que se marche del país
Más de 24 millones de peruanos eligieron este domingo alcaldes y gobernadores regionales en un proceso donde el hecho que más resalta son los procesos judiciales a los que se enfrentan los ganadores.
En el primer discurso de López Aliaga, quien se autobautizó como Porky, el cerdito de los dibujos animados, pidió que el presidente Pedro Castillo «se asile para que no lo persigan». Más de 24 millones de peruanos eligieron este domingo alcaldes y gobernadores regionales en un proceso donde el hecho que más resalta son los procesos judiciales que atraviesan los ganadores donde la excepción a la norma es no ser investigado por corrupción, narcotráfico, lavado de activos, homicidios, entre otros delitos.
«Que se asile (Pedro Castillo) en un país para que no lo persigan y que nos deje el país en paz. Y que haya un presidente de consenso», indicó el flamante alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, quien considera que la elección del domingo era un referéndum de aprobación del Gobierno de Pedro Castillo y que su victoria es una muestra de su desaprobación.
Rafael López Aliaga anunció que no se reunirá con el presidente Pedro Castillo, para coordinar los proyectos para Lima, la capital de Perú. «No se puede, estructuralmente es imposible. Por el destrozo que ha hecho de la economía peruana», indicó.
López Aliaga dirige el partido de extrema derecha, Renovación Popular, que según la Oficina Nacional de Procesos Electorales, ONPE, ganó la alcaldía de Lima por 26,2 por ciento y dejo en segundo lugar, al exministro del Interior, Daniel Urresti. El partido de López Aliaga también ganó las alcaldías en doce distritos de Lima, donde se encuentran los que tienen más ingresos en el país.
El presidente Pedro Castillo, por su parte, señaló que «el Gobierno tiene plena disposición para trabajar juntos. La población no come discursos, no se alimenta de ideologías o críticas, el pueblo necesita tener un centavo en el bolsillo».
Celibato perpetuo
Rafael López Aliaga es un empresario de extrema derecha, que pertenece al Opus Dei y que se ha declarado en celibato perpetuo y que postuló a la presidencia en el 2021, donde quedo tercero en la campaña presidencial y desde ese momento inició el camino para postular a la alcaldía de Lima.
López Aliaga es admirador del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro; del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y del expresidente Donald Trump. Renovación Popular tiene una bancada de nueve congresistas, de los cuales el exmarino, Jorge Montoya presentó una petición de vacancia a Castillo, que no fue aprobado por el Legislativo. La primera petición contra Castillo lo presentó Patricia Chirinos y tampoco tuvo éxito.
«Hay muchas cosas de Bolsonaro que me gustan para Perú (…) Bolsonaro defiende a las familias a rajatabla, o sea, va en contra del aborto total, y nosotros estamos a favor de la vida de todo ser humano. Va a favor de la familia, va a favor de la defensa de los niños, para que no estén besándose niños con niños, niñas con niñas», expresó López Aliaga durante la campaña presidencial.
Lima, una potencia mundial
Lima tiene más de doce millones de habitantes y enfrenta graves problemas de tránsito, limpieza y seguridad. Entre las promesas de López Aliaga se encuentran la construcción de una gran autopista que una los distritos de San Isidro y Villa el Salvador; la construcción de un sistema de teleféricos que conecten a San Juan de Lurigancho y Comas (Lima norte), la creación de un ejército municipal para prevenir delitos y la más llamativa de sus promesas: «Convertir a Lima en una potencia mundial».
«Queda claro que, sobre todo, en los distritos socioeconómicos más altos el apoyo a Rafael López Aliaga y Renovación Popular habla de un sector importante de la ciudadanía que ha buscado un candidato con las características de Lopez Aliaga: alguien que probablemente pertenezca a su sector social y que esté más acorde con las posturas políticas que tienen, sobre todo, en relación al gobierno nacional», indicó el abogado y politólogo Paulo Vilca al portal ‘Ojo Público’.
«La situación es más heterogénea de lo que se pretende decir. Cuando se dice que Lima es conservadora, habría que ver cuál Lima es la más conservadora», concluyó Vilca.
La semana pasada, IDL reporteros reveló que después de las filtraciones de los papeles de Panamá se encontró que las empresas del político de ultraderecha, Rafael López Aliaga tienen rentables transacciones con la administración de la política de izquierdas, Susana Villarán (2010-2014).
Según el portal de investigación, la Fiscalía detectó «un incremento inusual del patrimonio» de Rafael López Aliaga vinculado a abonos de más de 3.8 millones de euros y que según la fiscalía, no ha sustentado «en modo alguno el origen de dichos posibles abonos». (ABC)