Ideas para hacer de tu hogar una vivienda accesible
La concienciación a la hora de generar espacios públicos accesibles es cada vez mayor, y de hecho hay leyes que obligan a ello para que los edificios de la administración lo sean, permitiendo que las personas los puedan usar sin dificultades.
Por eso, podemos ver ayudas como sillas salvaescaleras, pasamanos, rampas, ascensores, algo que no está presente en los hogares, en los que parece que la accesibilidad ha quedado en un segundo plano, pese a que es muy importante.
¿Qué podemos hacer para tener una casa accesible?
Conseguir una casa accesible es imprescindible, pues nunca se sabe cuándo la vamos a necesitar. Nadie quiere pensar en ello, pero no estamos a salvo de accidentes, problemas de salud, etc., que nos conviertan en dependientes, y todos vamos envejeciendo.
Así, Stannah España, una empresa que es líder mundial a la hora de fabricar soluciones de accesibilidad, nos da una serie de consejos para que nuestra casa sea más accesible:
Hay que modificar la distribución de los muebles
En muchas viviendas parece existir lo que en el arte se llama horror vacui, un terror al vacío que hace que haya muebles por todas partes dificultando el paso.
Esto hay que evitarlo si hay personas dependientes en casa, por lo que hay que quitar los muebles grandes, haciendo pasillos anchos y libres de obstáculos.
También hay que eliminar aquello que pueda provocar caídas, como las alfombras, los cables e iluminar muy bien las estancias.
Accesos bien adaptados
Dentro de la vivienda una persona dependiente debe poder moverse sin dificultades, lo que significa que las puertas tienen que ser anchas, tanto como para que una silla o un andador entren sin dificultades por ellas.
No hay que olvidar que la manera de abrirse también influye, y de hecho en estos casos se recomienda que sean correderas en lugar de tener la apertura “normal” hacia adentro de la estancia.
Hay que quitar los desniveles
De poco sirve adaptar el interior del hogar si la persona que tiene dificultades a la hora de desplazarse no puede entrar ni salir con libertad, y aquí es donde entran los accesos adaptados, con soluciones como las plataformas salvaescaleras.
Hay ocasiones en las que no se opta por ellas debido a que se piensa que son caras, cuando no es así. De hecho, puede valer una simple rampa con una inclinación correcta y una barra para sujetarse, aunque las plataformas que salvan escaleras tampoco son muy caras.
Cuando la vivienda tiene dos plantas, algo muy normal en los chalets y en los adosados, se puede poner un ascensor de la marca Stannah, con capacidad para dos personas que apenas ocupa espacio y casi no requiere obras, de forma que se puede instalar en alrededor de tres días.
Si la persona dependiente tiene más movilidad, en este caso, una buena solución son las sillas salvaescaleras, ya que puede trasladarse de un piso a otro con total comodidad y seguridad, sentada en una silla que se coloca en muy poco tiempo, pues la obra consiste en atornillar un raíl a lo largo del tramo de escaleras. (NCYT)