Indígenas mueren por uso indiscriminado de mercurio

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En el norte de La Paz y en Beni las poblaciones indígenas sufren enfermedades por consumir peces contaminados. Los niños se mueren y la causa es el uso indiscriminado de mercurio. La explotación de oro sin control está matando a la amazonia y provocando daños irremediables a los indígenas.
Un informe especial de Unitel refleja la delicada situación de salud que se vive en esas regiones, la enfermedad les llega por el río. Los esse ejja, mosetenes, y chimanes nunca se dedicaron a la minería del oro ni se han subido a una draga, pero son los que sufren las consecuencias.

En 2021 la Universidad de Cartagena de Colombia realizó pruebas a cabello humano de comunidades indígenas de Bolivia, en Asunción de Quiquibey, Ermindo Viez, fue diagnosticado con 9 partes por millón de mercurio, es decir, Ermindo tiene 9 veces más de lo máximo permitido para un ser humano.
Ermindo no es el único en la familia que está enfermo, su hija más pequeña tiene 6 años y aún no camina ni habla. Su mamá mientras prepara el almuerzo, un pescado contaminado con mercurio, relata que su hija está así por la cantidad de metal líquido que tiene en la sangre.

Ambos padres no saben qué tratamiento deben seguir para curarse, menos qué remedios darle a su hija ni siquiera pueden alejarse de lo que los enferma y siguen comiendo pescado contaminado.

Mientras continúa el uso indiscriminado de mercurio, los indígenas seguirán sufriendo. En 2009, las organizaciones indígenas hicieron la primera denuncia de la contaminación. El Gobierno en 2022 espera un informe sobre la vulneración de sus derechos.

Según estudios en la comunidad indígena de Eyiyoquibo al norte de La Paz, las mujeres en edad reproductiva tienen en promedio 7 veces más de mercurio en el cuerpo de lo permitido. Alex Villca, coordinador de la Contiocap denuncia la inacción del Estado.

PESCADO CONTAMINADO
La relación de los esse ejjas con el río Beni es muy estrecha, aquí niños y adultos se bañan, lavan su ropa. El río es su fuente de vida, pero hoy es su principal amenaza.

Cuando la concentración de mercurio pasa de 1, se debe suspender el consumo de pescado y consultar a un médico. Los indígenas se enfrentan a enfermedades a largo plazo e incluso la muerte.

La única forma de detener el avance de la contaminación entre los indígenas es que dejen de comer pescado, algo imposible. Milton dejó de pescar porque ya no puede subir a su bote, pero sigue comiendo pescado contaminado. No tiene otra opción.

Acompañamos a Najil a pescar, tras varios intentos con su red, logró atrapar un pacú, mientras el joven indígena limpiaba el pescado nos mostró como se dan cuenta que la carne está contaminada.

Ogan Caimani, tiene 40 años, no es minero, nunca tuvo en sus manos oro ni mercurio, pero tiene 10 partes por millón del metal líquido en su cuerpo. Cree que no llegará a los 50 o si sobrevive, quedará ciego.

El mercurio afecta a los indígenas incluso antes de nacer, de cada cuatro mujeres que atienden en el hospital de San Buenaventura, dos tienen partos prematuros y la mortalidad infantil crece.

Pasaron 13 años de la primera denuncia y hasta ahora nada cambió. Las comunidades indígenas aseguran que no recibieron respuesta ni se detuvo el uso del mercurio en la minería. Si esto continúa las consecuencias serán irreversibles. (Unitel).

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