Dos bebés y un niño fueron asesinados en una semana por violentos infanticidas
En los últimos siete días, un infante perdió la vida apenas nació, al igual que una bebé que ni siquiera había aprendido a caminar y un niño de solo cuatro años, a quien encontraron debajo de una cama con el cuello amoratado por la violencia con que actuó su verdugo, quien ahora es buscado por la justicia.
En la misma semana en que la población boliviana reaccionó indignada con las imágenes del cuerpo castigado de un pequeño de 11 años, cuyo violento padrastro fue aprehendido y luego enviado a la cárcel, gracias a sus vecinos que se cansaron de ver tanto maltrato en su hogar, tres niños no tuvieron quién los defienda cuando fueron agredidos hasta perder la vida, en dos casos por sus propios padres.
Los casos confirman la estadística que llevó a la Defensoría del Pueblo a concluir que los menores de cinco años son las mayores víctimas de los infanticidas y que si bien las cifras registran un descenso numérico en los últimos tres años (78 en 2018, 66 en 2019 y 51 en 2020) la violencia va en ascenso.
El primer bebé murió el 13 de abril apenas nació en la localidad de Mairana, en Santa Cruz, con politraumatismo, fracturas en el cráneo y heridas producidas con objeto punzocortante a nivel del abdomen y el cuello.
La bebé, llamada Francisca, murió dos días después en Achac achi broncoaspirada con su propia sangre, por la fuerza con que fue estrangulada. Jair, el último de esta dolorosa lista, falleció el lunes en Apolo, también con marcas en el cuello que revelan que fue estrangulado, y heridas en sus extremidades porque intentó defenderse.
Ayer, la Fiscalía General del Estado reportó que entre el 1 de enero y el 19 de abril se registraron ocho infanticidios, la mayor parte de ellos en La Paz y Chuquisaca, que se reparten a tres casos de esta vergonzosa lista. Luego, con un caso cada uno, aparecen Santa Cruz y Cochabamba.
“Lamentar que en estos últimos días se han producido nuevos hechos de infanticidio que a la fecha se incrementaron a ocho, el último caso en el municipio de Apolo, del departamento de La Paz, donde el agresor sería el padrastro del niño, quien ha quitado la vida a la víctima estrangulándola. La Fiscalía Especializada en Delitos contra la Vida realiza la investigación correspondiente para dar con los autores del hecho y ponerlos ante la autoridad jurisdiccional para solicitar la detención preventiva del mismo”, informó el director de la Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Vida y la Integridad Personal, Sergio Fajardo.
Según datos de la Fiscalía General, el 22 de febrero dos hermanos de tres y siete años de edad fueron degollados por su padre, quien luego hizo lo mismo con la madre y después se quitó la vida.
Unas semanas después, en una localidad del municipio de Tarabuco, un bebé de cuatro días de nacido fue asesinado por asfixia mecánica, luego de quedar al cuidado de su padre.
El 29 de enero, en Cochabamba, un niño de seis años fue degollado por su tío, Jhon Q.M. La denuncia fue hecha por el abuelo, quien encontró el cuerpo del infante lacerado y sin vida. Según las investigaciones, el asesino tenía antecedentes de consumo de marihuana y robo. (Página Siete)