Brasil contra todos: arranca la Copa América más impredecible
Finalmente, tras muchas idas y vueltas, la Copa América se jugará. Y no se jugará en Colombia y Argentina, como estaba estipulado en el año 2020 antes de la suspensión por la pandemia. Primero bajaron a Colombia debido al estallido político y social que se vivía en el país cafetero. Después parecía que Argentina se hacía fuerte y pedía hacer la Copa América íntegra, incluso su presidente Alberto Fernández daba pie a ello. Pero la presión del pueblo y, sobre todo, política (tanto de la oposición como de su propio gobierno), hizo que Argentina declinara realizar el certamen a solo dos semanas del inicio debido a la gran cantidad de contagiados y fallecidos por la pandemia del coronavirus.
En ese momento, Conmebol tenía que tomar una decisión. Todas las federaciones se reunieron y nadie parecía hacerse cargo de la situación (Chile estuvo a punto), hasta que un llamado a Bolsonaro desde la CBF destrabó todo: «Sí, Brasil hospedará la Copa América». El presidente del país carioca aprovechaba el tumulto y se agenciaba la Copa, al igual que en el año 2019. Otra medida política.
En el medio, los protagonistas. Algunos levantaron la voz, otros prefirieron no hacerlo. Las federaciones (que ya habían recibido un adelanto por la Copa América) tampoco se opusieron. Y Bolsonaro encontró el rival dentro de casa: Tite y su equipo se situaban en contra de la realización del certamen más antiguo a nivel selecciones del mundo debido a la situación sanitaria del país. Pero, una vez más, no fueron hasta el final. Y la Copa América se jugará en Brasil.
En lo estrictamente deportivo, Brasil es la favorita (y ahora jugando de local, a pesar de no poder asistir público, más). Argentina intentará cortar una racha de 28 años sin Copa América y Colombia, Uruguay, Ecuador o Chile intentarán dar la sorpresa.
La Selección de Tite y la de Scaloni son las máximas favoritas, pero por motivos distintos. Mientras la local ya está armada, sabe a lo que juega y tiene soluciones en todas las líneas, la albiceleste está formando un proceso que tiene que empezar a dar sus frutos y que además cuenta con Messi en su última competición continental. El todavía jugador del Barcelona tiene una deuda pendiente con la selección y en Argentina la opinión pública ya está (casi) completamente a favor del ’10’.
Luis Suárez, Cavani, Godín y Muslera, guiados por Tabárez, serán los abanderados de la nueva camada de uruguayos que viene pisando fuerte y siempre deja todo en la cancha. Alfaro y Berizzo, dos argentinos, intentarán que Ecuador y Paraguay vuelvan a competir. Colombia, con una gran generación, quiere la victoria. Y Chile volver a ser referente.
Por lo tanto, la Copa América se jugará. Muchos dirán que no debió jugarse y estarán en lo cierto, pero también es verdad que la Conmebol quiere que sus selecciones lleguen a Qatar 2022 con rodaje, y no disputar una competición tan importante hubiese dado una gran ventaja a las selecciones europeas. El «espectáculo» continúa. (as.com)