Mano robótica blanda cuya agilidad rivaliza con la humana
Unos robotistas han impreso en 3D una mano robótica blanda lo suficientemente ágil como para jugar al videojuego Super Mario Bros, de Nintendo, ¡y ganar!
La hazaña lograda por el equipo de Ryan D. Sochol, profesor de la Universidad de Maryland en Estados Unidos, demuestra una prometedora innovación en el campo de la robótica blanda. Esta clase de robótica se centra en la creación de nuevos tipos de robots flexibles e hinchables que por lo general se impulsan con agua o aire en vez de con electricidad. La seguridad y la adaptabilidad inherentes a los robots blandos han despertado el interés por su uso en aplicaciones como prótesis y dispositivos biomédicos. Por desgracia, controlar los fluidos que hacen que estos robots blandos se doblen y se muevan ha sido especialmente difícil, hasta ahora.
Como demostración, el equipo diseñó un circuito fluídico integrado que permitía a la mano funcionar en respuesta a la fuerza de una sola presión de control. Por ejemplo, al aplicar una presión baja, solo el primer dedo presionaba el mando de la consola Nintendo para que Mario caminara, mientras que una presión alta hacía que Mario saltara. Guiada por un programa que cambiaba de forma autónoma entre las presiones baja, media y alta, la mano robótica fue capaz de pulsar los botones del mando para completar con éxito el primer nivel de Super Mario Bros en menos de 90 segundos.
Otro logro importante ha sido el éxito de la técnica de fabricación empleada por Sochol y sus colegas, con la que se consigue imprimir en 3D, y en un solo paso, robots blandos completamente ensamblados con circuitos fluídicos integrados.
La elección de validar su estrategia superando el primer nivel de Super Mario Bros en tiempo real estuvo motivada por la ciencia tanto como por la diversión. Dado que el tiempo y la composición de los niveles del videojuego están bien establecidos, y un solo error puede provocar la finalización inmediata de la partida, jugar con ese videojuego proporcionó a los robotistas una manera nueva y clara de evaluar el rendimiento de los robots blandos.
En la actualidad, el equipo está explorando el uso de su técnica para aplicaciones biomédicas, como dispositivos de rehabilitación, herramientas quirúrgicas y prótesis personalizables.
El equipo de Sochol expone los detalles técnicos de su avance tecnológico en la revista académica Science Advances, bajo el título “Fully 3D-printed soft robots with integrated fluidic circuitry”. Este trabajo protagoniza la portada. (Fuente: NCYT de Amazings)