Océano de agua líquida en Mimas, satélite de Saturno

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Aumentan los indicios de presencia estable de grandes masas de agua líquida en el subsuelo de pequeños mundos que serían incapaces de conservarlas en la superficie por tener estos temperaturas demasiado bajas y por carecer de atmósfera. Ahora es Mimas, una luna de Saturno, la que revela un interior con agua líquida y que podría ser apto para la vida.

Uno de los descubrimientos más revolucionarios de la ciencia planetaria en el último cuarto de siglo es que los mundos que tienen océanos bajo capas de roca y hielo son comunes en nuestro sistema solar. Entre estos mundos se encuentran algunas lunas heladas de planetas gigantes, entre ellas Europa, Titán y Encélado, e incluso astros mucho más alejados del Sol, como Plutón. Los mundos como la Tierra con océanos en la superficie deben residir dentro de un estrecho rango de distancias de sus estrellas para mantener las temperaturas que permiten la existencia de agua líquida.

Los mundos con mar interno, sin embargo, se encuentran en un rango mucho más amplio de distancias a su estrella, gracias a que dependen poco o nada de fuentes directas de calor externas. Esto amplía enormemente la cantidad de mundos habitables que pueden existir en nuestra galaxia. El calor propio del interior de esos mundos, o el que se genera en ellos por la tensión mecánica de orbitar lo bastante cerca de otro astro como para sufrir con suficiente intensidad su tirón gravitacional, pueden bastar para mantener un rango de temperaturas en el que el agua líquida pueda existir de manera estable y conformando grandes cuerpos líquidos como lagos o mares.

Durante la misión Cassini de la NASA, esta sonda espacial que orbitó Saturno y sobrevoló varias de sus lunas, identificó una intrigante oscilación en la rotación de Mimas. Las oscilaciones de esta clase suelen denotar en el astro donde se detectan que este es un cuerpo geológicamente activo y capaz de albergar un océano interno.

Por sus características, no parecía que ese fuese el caso de Mimas, e inicialmente la oscilación se atribuyó a otras causas.

Sin embargo, Alyssa Rose Rhoden, del Instituto de Investigación del Sudoeste, y Matthew E. Walker, del Instituto de Ciencia Planetaria de Tucson en Arizona, ambas instituciones en Estados Unidos, han encontrado pruebas convincentes de que Mimas tiene un océano interno de agua líquida.

Concretamente, todo apunta a que en el subsuelo de Mimas hay un mar de agua líquida aislado bajo una corteza estable de hielo de entre 22 y 32 kilómetros de grosor.

Además, si, tal como parece, Mimas posee dicho océano, entonces será el primer ejemplo de una nueva clase de mundos con un mar subterráneo. A diferencia de los otros mundos con mar subterráneo, en los de esta nueva clase la presencia de dicho océano resulta mucho más sutil, en el sentido de que deja una cantidad muy inferior de huellas delatadoras.

El ejemplo de Mimas lleva ahora a pensar también en la posibilidad de que alguna o algunas de las lunas de Urano posean de igual modo océanos subterráneos de agua líquida, potencialmente capaces de albergar vida.

El estudio de Rhoden y Walker, titulado “The case for an ocean-bearing Mimas from tidal heating analysis”, se ha publicado en la revista académica Icarus. (Fuente: NCYT de Amazings)

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