Estados Unidos interceptó la orden de Putin de preparar el ataque a Ucrania
Las dudas expresadas por los socios europeos no han hecho cambiar de parecer a Joe Biden, quien ayer reunió de urgencia a su Consejo de Seguridad Nacional ante la inminencia de una invasión rusa en Ucrania. La Casa Blanca sigue convencida de que el riesgo de guerra es serio y grave, y ayer varios funcionarios norteamericanos dieron más detalles del rearme del Kremlin en las fronteras de Rusia: un 75% de las tropas de este último país rodean a Ucrania, preparadas ante una inminente orden de ataque.
Cuando el presidente ha comparecido, como hizo el viernes, para repetir que una guerra es inminente, la prensa le ha preguntado por las pruebas de esas aserciones. Biden se ha limitado a responder que EE.UU.
«tiene una capacidad de recolección de Inteligencia significativa». En varias conversaciones con los medios, funcionarios estadounidenses que han hablado bajo condición de anonimato los pasados días han concretado más. La Inteligencia norteamericana ha interceptado una orden del Kremlin de preparación al Ejército y las fuerzas de seguridad e Inteligencia rusas para un ataque completo.
Dudas europeas
Los medios estadounidenses que acompañaron a la vicepresidenta Kamala Harris a la Conferencia de Seguridad de Múnich recogían ayer las dudas expresadas por diplomáticos europeos a esta en privado. El diario ‘The Washington Post’ citaba a un diplomático europeo que ponía en duda «que Putin se haya decidido» y que decía que no hay pistas que sustenten la tesis de una invasión inminente. Sólo el Reino Unido ha sido firme al alinearse con esas denuncias de Washington, y la ministra británica de Exteriores, Liz Truss, dijo el sábado que los peores temores, los de invasión, pueden hacerse realidad, «esta misma semana», según Reuters.
La decisión de Biden de anunciar la invasión de forma tan clara y machacona ha creado cierta confusión tanto en Europa como en la prensa estadounidense, pero no pocos funcionarios norteamericanos han explicado esta pasada semana que es la estrategia más efectiva ante la formidable campaña rusa de desinformación mantenida por el Gobierno en Moscú y repetida tanto por los medios estatales del Kremlin como por los políticos y analistas prorrusos a los que estos últimos llevan años apoyando en Europa y EE.UU.
Según dijo a una pregunta de este diario la embajadora de EE.UU. ante la OTAN, Julianne Smith, «los rusos confían en lo que llamamos tácticas híbridas o de zona gris, y eso incluye la desinformación». Tras las experiencias de Ucrania en 2014 y otras crisis, la embajadora Smith asegura que EE.UU. se ha vuelto «más inteligente sobre cómo disuadir o detectar el uso de la desinformación y, con suerte, nos habremos vuelto más inteligentes sobre cómo prevenirla». La embajadora es clara sobre esa estrategia: «Una de las formas en que podemos abordar ese problema es compartiendo información y lecciones aprendidas para contrarrestarlo y hacerle frente. Y es difícil nombrar un país que no haya experimentado esta herramienta en particular de una forma u otra». Muchas han sido las campañas de injerencia rusa estudiadas por la OTAN y la UE, como las del referendo del Brexit o las elecciones presidenciales de EE.UU. en 2016.
Del mismo modo opina Dereck Chollet, consejero del Departamento de Estado, con rango de subsecretario: «Hemos visto a Rusia innovar y mejorar el modo en que usa la desinformación, para crear una narrativa, y eso es por lo que estamos haciendo estas denuncias, porque ellos quieren crear un pretexto, una justificación para lo que en realidad es una agresión completamente injustificada, una guerra que ellos mismos han elegido librar».
Medios de propaganda
Tanto la Casa Blanca como el Departamento de Estado se han referido a esas excusas en el pasado, como cuando en 2014 Putin denunció falsamente que el Gobierno de Ucrania estaba cometiendo represión contra la población rusófona en el este del país. Este es, de hecho, uno de los argumentos que el Kremlin está circulando estos días. La propia portavoz del ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, ha acusado a Urania de «crímenes contra la humanidad» y a Occidente de ser «cómplices» de estos. El mismo Putin ha hablado de «genocidio». Ambas denuncias han sido recogidas por RT y otros medios de propaganda rusa.
Según añadió Chollet a una pregunta de ABC, «hay desinformación rusa también en los ecosistemas mediáticos [de Occidente] y por eso se están haciendo las cosas de forma algo distinta, siendo mucho más transparentes sobre lo que ocurre, y mostrándolo, para que la gente sepa y se haga una idea de lo que de verdad está ocurriendo».
De acuerdo con la última evaluación de la Inteligencia de EE. UU., Rusia ahora tiene cerca del 75% de sus fuerzas convencionales apostadas contra Ucrania, según dijo ayer a la cadena CNN un funcionario con conocimiento directo de esos informes. La concentración de fuerzas a una distancia de ataque de Ucrania es muy inusual y es parte de la razón por la que la Casa Blanca cree que Rusia está lista para atacar de forma inmediata, dijo a CNN ese funcionario.
Otros funcionarios estadounidenses han informado recientemente de que las tropas rusas combinadas con las fuerzas separatistas en el este de Ucrania podrían sumar unos 190.000 soldados desplegados en toda la zona, listos para atacar a la orden de Moscú.