Alemania cede a la presión y enviará armamento pesado a Ucrania
La presión sobre el gobierno alemán era ya insoportable. El canciller Scholz ha accedido a autorizar el envío de tanques alemanes a Ucrania en coincidencia con la reunión que los secretarios de Estado estadounidenses de Exteriores y Defensa mantienen en la base militar alemana de Ramnstein con homólogos y altos mandos militares de 40 países aliados para establecer el futuro esquema de defensa para Ucrania y Alemania se arriesgaba a quedar fuera debido a su resistencia a apoyar al ejército ucraniano con armamento pesado.
Para evitar esa situación, fuentes del Ministerio de Defensa alemán adelantan que la ministra Christine Lambrecht anunciará ante este foro que la compañía de fabricación de armamento Krauss-Maffei Wegmann obtendrá el permiso necesario del gobierno federal para vender tanques tipo Gepard a Kiev.
En consecuencia, debería ser posible una entrega de tanques de las existencias de la industria a Ucrania. El fabricante de armamentos Krauss-Maffei Wegmann (KMW) recibirá permiso para vender tanques antiaéreos Cheetah técnicamente reacondicionados y procedentes de las antiguas existencias de la Bundeswehr.
KMW tiene varias docenas de estos tanques de defensa aérea del ejército alemán, que pueden ser utilizados en combate contra objetivos terrestres, aunque los expertos consideran que el combate contra objetivos voladores es técnicamente mucho más exigente. Además, l os soldados ucranianos podrán trabajar con en el sistema «Panzerhaubitze 2000», que pueden alcanzar objetivos a una distancia de 40 kilómetros, de fabricación alemana y que los Países Bajos quieren suministrar al ejército ucraniano.
88 carros de combate
Por otra parte, el grupo de armamento de Düsseldorf Rheinmetall ha ofrecido a Ucrania la entrega de 88 carros de combate Leopard usados del Tipo 1A5, que se construyeron a principios de la década de 1960 y fueron utilizados por la Bundeswehr hasta 2003. La compañía quiere entregar las primeras copias dentro de unas semanas. Los costes se estiman en 115 millones de euros. Según esto, la oferta también incluye formación de tripulaciones en Alemania, formación para reparaciones, herramientas, repuestos, base de servicio y municiones. El gobierno federal también recibió la semana pasada otra solicitud de Rheinmetall para que se le permita entregar 100 vehículos blindados de transporte de personal Marder a Ucrania y el portavoz del gobierno, Steffen Hebestreit, afirmó ayer lunes que se tomaría una decisión «rápidamente».
Estas decisiones serán contestadas a lo largo del día por los diferentes grupos parlamentarios alemanes y entre los más críticos se espera que figuren lo diputados del Partido Socialdemócrata, el partido del canciller Olaf Scholz.
El jefe del grupo parlamentario del SPD, Rolf Mützenich, ha advertido a primera hora de la mañana contra la concentración del debate sobre Ucrania en aspectos militares. «Creo que la discusión de los últimos días tiene un sesgo militarista masivo», ha lamentado, y ha recordado que el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, ha advertido con claridad sobre la posibilidad de que se desate una Tercera Guerra Mundial. Pero en Ramsteim la presión empuja en sentido contrario. Estados Unidos ha dejado claro de antemano que espera más de Europa en términos de entregas de armas. Un portavoz militar estadounidense ha avanzado que solo Washington ya ha prometido armas por valor de 3.200 millones de dólares y ahora quiere buscar con los socios formas en las que Kiev pueda «equiparse con capacidades adicionales para evitar la guerra de agresión rusa».
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, visitará a última hora de la tarde la Cancillería de Berlín para intentar sensibilizar a Scholz sobre el peligro de que Putin continúe su ofensiva territorial sobre otros países europeos en caso de triunfar en Ucrania, por lo que llama a mayores entregas de armamento al ejército ucraniano. Mañana se reunirá también con representantes de la sociedad civil alemana y directivos de grandes empresas con el mismo propósito. La oposición conservadora alemana está de acuerdo en ampliar los envíos de armamento. El líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Friedrich Merz, ha declarado que «Scholz tiene un problema con esto en su propio partido» y ha reconocido que «Si no paramos a Putin ahora en Ucrania, seguirá adelante» en otros territorios. (ABC)