Severodonetsk se rinde ante la embestida rusa
En medio de bombardeos incesantes, prácticamente desde el comienzo de la guerra, las fuerzas ucranianas que trataban de mantener la resistencia en la exigua parte de Severodonetsk que aún controlaban se están viendo ahora obligadas a abandonar la ciudad para evitar que el Ejército ruso, a las puertas de la vecina localidad de Lisichansk, les rodee. Así lo ha asegurado Serguéi Gaidai, el gobernador de la parte de Lugansk que controla Kiev.
Según escribe en su canal de Telegrama, « los defensores ucranianos de Severodonetsk han recibido la orden de retirarse a posiciones mejor fortificadas (…) esta noche abandonaron organizadamente la zona industrial». El responsable ucraniano subrayó que la artillería rusa «lleva bombardeando Severodonetsk desde hace cuatro meses a diario (…) el 90 por ciento de los edificios han sido destruidos o sufrido daños mientras aproximadamente entre 7.000 y 8.000 habitantes permanecen en Severodonetsk y 10.000 en Lisichansk», dos de cuyos poblados situados un poco más al sur, Gorskoe y Zolotoe, según aseguran las autoridades municipales, están ya en manos de las fuerzas rusas.
«Todo el área sur de Lisichansk está totalmente ocupada por los rusos», aseguró Alexéi Babchenko, alcalde de Gorskoe.
Por su parte, Román Vlásenko, jefe de la Administración militar regional de la zona, afirmó que «la retirada de las Fuerzas Armadas de Ucrania de Severodonetsk durará varios días, ya que allí hay todavía muchas unidades. El repliegue se está llevando a cabo en este momento». En declaraciones a la cadena estadounidense CNN, Vlásenko dijo que en la planta química Azot, «hay 568 civiles (…) podrán salir tan pronto cesen los bombardeos, pero hacia territorio ocupado».
Los medios de comunicación ucranianos contaban detalles de la retirada: «Se llevó a cabo de noche, bajo fuego, pero no hubo víctimas. Es amargo irse, pero esta decisión había madurado desde hacía tiempo. El ejército ucraniano hizo más de lo que pudo en condiciones extremadamente difíciles. Sin puentes ni pontones a través del río, cada día de la batalla fue puro heroísmo», escribía el periodista Yuri Butusov de Ukrainska Pravda.
Militares rodeados
El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konáshenkov, informó ayer que las tropas rusas tiene rodeados en la zona de Severodonetsk a unos 2.000 militares ucranianos. Según Konáshenkov, cerca del poblado de Gorskoe, al sur de Lisichansk, «hay cerca de 1.800 militares, 120 combatientes del grupo de ultraderecha Pravi Séktor, unos 80 mercenarios extranjeros, más de 40 vehículos blindados y unos 80 cañones y morteros». El portavoz castrense ruso aseveró que, en las últimas 24 horas, «41 militares han cesado la resistencia y se han rendido voluntariamente».
El Estado Mayor de las tropas ucranianas advirtió que no hará ningún comentario sobre la retirada de Severodonetsk, cuyo entorno calificó de «zona más caliente ahora mismo en el frente». «La información sobre si las unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania están ubicadas en un área determinada, incluida Severodonetsk, está ahora bajo secreto», decía el comunicado.
En declaraciones a AFP, un mando de las fuerzas de la autoproclamada República Popular de Lugansk (LNR), el teniente coronel Andréi Marochko, insistió en que la resistencia de las tropas ucranianas en Severodonetsk y Lisichansk «no tiene sentido, es inútil. Creo que al ritmo que van nuestros soldados, muy pronto todo el territorio de la LNR habrá sido liberado». El oficial aseguró que Lisichansk, la última localidad de importancia para completar la toma de Lugansk, «está prácticamente rodeada (…) tenemos el control logístico». Además, la carretera que une la zona con Bajmut, desde donde las tropas ucranianas recibían pertrechos y munición, está ya cortada.
Es de suponer que la resistencia ucraniana se recrudecerá ahora en Lisichansk, ciudad gemela de Severodonetsk al otro lado del río Severski Donets. Los dos centros de población no están comunicados al haber sido destruidos todos los puentes. Sin embargo, los analistas militares consideran que el control de Severodonetsk y, llegado el momento, tal vez también el de Lisichansk, no supondrá un gran punto de inflexión en la guerra. El Ejército ruso y las fuerzas separatistas tienen todavía por delante la conquista de la mayor parte de la región de Donetsk tras haber sido debilitados por la resistencia ucraniana en Severodonetsk al haber agotado, creen algunos especialistas, gran parte de sus recursos. (ABC.es)