Huellas de olas en un antiguo lago marciano
El robot Curiosity, que explora la superficie de Marte desde 2012, ha descubierto texturas rocosas onduladas que delatan la antigua existencia de lagos en una zona de Marte sobre la cual se creía que fue seca en la época en que había agua líquida en diversas áreas de la superficie de Marte.
Cuando el rover robótico Curiosity de la NASA llegó a la zona del hallazgo el pasado otoño, los científicos de la misión pensaron que ya no verían más huellas de la antigua presencia de lagos en esta región de Marte. Su creencia se basaba en el hecho de que las capas rocosas de esta zona se formaron en entornos más secos que los entornos en los que se formaron otros terrenos explorados anteriormente en la misión.
Así que el equipo de Curiosity se sorprendió al descubrir la prueba más clara hasta ahora de oleaje marciano. Hace algunos miles de millones de años, las olas en la superficie de un lago marciano poco profundo agitaron los sedimentos en el fondo del lago, creando con el tiempo texturas onduladas en la roca.
«Esta es la mejor evidencia de agua y olas que hemos visto en toda la misión», afirma rotundamente Ashwin Vasavada, miembro del equipo científico del Curiosity en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Estados Unidos.
Desde 2014, el Curiosity ha estado ascendiendo por el monte Sharp, una montaña de 5 kilómetros de altura que en el pasado estuvo surcada por lagos y arroyos que habrían proporcionado un entorno rico para la vida microbiana, si es que alguna vez surgió vida en el Planeta Rojo.
El monte Sharp está formado por capas, las más antiguas en la base y las más nuevas en la cima. A medida que el rover asciende, avanza a lo largo de una línea de tiempo marciana, lo que permite a los científicos estudiar cómo Marte evolucionó desde un planeta que era más parecido a la Tierra en su pasado antiguo, con un clima más cálido y con abundante agua, hasta el desierto helado que es hoy en día. (Fuente: NCYT de Amazings)