Diplomacia paneuropea para plantar cara a Putin
Si, parafraseando a McLuhan, en el mundo de la comunicación “el medio es el mensaje”, en la diplomacia internacional la geografía es el mensaje y la cumbre de la Comunidad Política Europea celebrada hoy jueves en Moldavia, con participación de los líderes de 46 países, por tanto, una declaración geopolítica de unidad frente a la guerra de Vladímir Putin contra Ucrania así como de apoyo a estos países, ambos candidatos oficiales a ingresar en la Unión Europa.
“Aquí, a solo 20 kilómetros de Ucrania, hemos reunido al continente entero para reafirmar nuestra fuerte determinación colectiva para devolver la paz a Europa”, subrayó la presidenta moldava, Maia Sandu, al término de la reunión, celebrada en el castillo de Mimi, en Buboaca, en un dominio vinícola situado al sudeste de Chisinau y a unas pocas decenas de 50 kilómetros de la región separatista prorrusa de Transnitria. “Vuestra presencia en esta cumbre demuestra que Moldavia no está sola” y “nos hace confiar más que nunca en el futuro democrático de nuestro país, comprometido de forma irreversible con su adhesión a la Unión Europea”.
Moldavia fue reconocida como país candidato a la UE en junio del año pasado, a la vez que Ucrania, y ambos países aspiran a iniciar negociaciones de ingreso el próximo mes de diciembre. A diferencia de Kyiv, Chisinau no desea ingresar en la Alianza Atlántica, cuyos ministros de Exteriores se reunieron ayer en paralelo en Oslo para debatir qué tipo de garantías de seguridad puede ofrecer a Ucrania hasta que sea un miembro de pleno derecho de la organización militar, lo que solo podrá ocurrir cuando la guerra acabe.
Zelenski: “Cuando no hay garantías de seguridad a un país, la guerra está garantizada”
Las discusiones de los ministros de Exteriores aliados en Noruega planearon con fuerza sobre la cumbre de Moldavia. “¿Por qué la OTAN?”, se preguntó retóricamente el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en su discurso de apertura de la reunión. “Porque cuando no hay garantías de seguridad, la guerra está garantiza”, por eso “todos los vecinos que tienen frontera con Rusia y que no quieren ser destrozados por ellos, deberían ser miembros de pleno derecho de la UE y la OTAN”, defendió el líder ucraniano en presencia de Emmanuel Macron, Olaf Scholz, Pedro Sánchez, Giorgia Meloni y otros líderes europeos.
Zelenski pidió a los miembros de la OTAN que, en julio, en la cumbre de la Alianza en Vilna, den “una respuesta clara” a la petición de ingreso de Kyiv y los arreglos de seguridad necesarios durante la transición. “Este es el año de tomar decisiones”, enfatizó el líder ucraniano, que llamó a sus homólogos a explotar “el poder de la unidad” europea y entender que Rusia “tiene miedo” a la OTAN. “Solo intenta tragarse a los que están fuera del espacio de seguridad común y trata de dejar conflictos congelados en el territorio de sus vecinos cuando no consigue absorberlos”, como hizo con Transnitria, dijo (y, cabría añadir, Osetia del Sur en Georgia o el Donetsk en el 2014) .
“¿Por cuánto tiempo va Europa a tolerar esto?”, planteó Zelenski, que llegó a la cumbre por sorpresa (en el sentido de que, por seguridad, Kyiv nunca anuncia sus desplazamientos) después de una intenta noche de bombardeos rusos sobre la capital y otras ciudades. El presidente ucraniano llamó a los líderes europeos a enviar cazas, colaborar con el plan de formación de pilotos de los F-16 facilitados por Washington y formar una coalición para enviar a su país más baterías antimisiles tipo Patriot, el potente sistema de defensa antiaérea.
Macron: “Debemos resolver los conflictos pendientes en Europa. Es necesario para nuestra seguridad”
Estados Unidos y Alemania les han donado dos equipos que el ejército ucraniano está utilizando con un nivel de éxito que ha impresionado a los responsables del Pentágono. Ese blindaje, aduce Kyiv, podría ser aún mayor. Con más Patriots “no habría posibilidad de lanzar ataques contra Ucrania”, adujo Zelenski después de semanas de bombardeos rusos que parecen destinados precisamente a agotar las capacidades de defensa ucranianas. Con más baterías antidefensa, quien despilfarraría material sería Moscú.
La Comunidad Política Europea (CPE) es un formato de cooperación paneuropea ideado por Emmanuel Macron que se inauguró el año pasado en Praga y que en octubre se trasladará a Granada, bajo presidencia española de la UE. De los 48 países invitados (los Veintisiete, Reino Unido, Armenia, Azerbaiyán, los países de los Balcanes…) solo fue baja de última hora Recep Tayyip Erdogan, recién reeligido presidente de Turquía este domingo. La fotografía del nutrido grupo delante del castillo medieval de Mimi realzó una vez más la soledad de la Rusia de Putin después de 15 meses de guerra.
La celebración de la cumbre en Moldavia, un país al que Moscú ha señalado jocosamente como “la próxima Ucrania” y ha sometido a constantes operaciones de desestabilización política y chantaje energético, tiene un cariz altamente simbólico en el sentido de demostrar el apoyo europeo a ambos países. “Si no fuera por la resistencia y coraje de Ucrania, mi país habría sido arrasado”, recalcó su presidenta.
Sandu: “Si no fuera por la resistencia y coraje de Ucrania, mi país, Moldavia, habría sido arrasado”
Pero la reunión ha querido ser algo más que una foto para convertirse en el escenario de discusiones muy concretas sobre cómo reforzar la cooperación europea en materia de seguridad, energía y movilidad. Se ha decidido, por ejemplo, que los países de la CPE podrán participar de los acuerdos de la UE para proteger infraestructuras críticas, reforzar la ciberseguridad o luchar contra la desinformación. El foro también sirvió para organizar encuentros políticos informales al más alto nivel sobre otros desafíos europeos. “Debemos resolver los conflictos pendientes en nuestro territorio, es nuestro deber y es necesario para nuestra seguridad”, afirmó Macron, que ayer se reunió, junto con Scholz y Charles Michel, con los líderes de Kosovo y Serbia. «Lo que hemos pedido a las dos partes es muy sencillo: la organización de nuevas elecciones lo antes posible» en las cuatro municipalidades donde se han registrado enfrentamientos en los últimos días a raíz de una comicios en la exprovincia serbia sin garantías de validez. Por segunda ocasión, Macron y Scholz se encontraron con los representantes de Armenia y Azerbayán, para tratar de relajar las tensiones territoriales entre estos países. Que formaran parte de la antigua órbita soviética ha dejado de ser motivo para no implicarse.
Organizar la cumbre ha sido un desafío mayor para Moldavia, el país más pobre de Europa, sin apenas fuerzas armadas como consecuencia de años de neutralidad. Los misiles rusos han sobrevolado –y caído– en más de una ocasión en su territorio y, en una muestra más de los cambios tectónicos provocados por la invasión rusa de Ucrania, el Gobierno moldavo ha permitido a la OTAN desplegar sus aviones de vigilancia AWACS, unas aeronaves que ejercen labores de alerta temprana pues son capaces de detectar aviones, misiles y drones a cientos de kilómetros de distancia. La cumbre, para alivio de todos, se salvó sin incidentes. (La Vanguardia)