¿De dónde procede el yeso?
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El yeso, conocido también como aljez o piedra de yeso, es uno de los minerales más antiguos y utilizados en la historia de la construcción. Su presencia en la naturaleza y sus procesos de formación lo han convertido en un recurso estratégico tanto para la edificación como para aplicaciones artísticas y agrícolas.
Formación Geológica: El Arte de la Evaporación
El yeso es, en esencia, un sulfato de calcio hidratado (CaSO₄·2H₂O) que se origina en ambientes sedimentarios. Su formación está íntimamente ligada a procesos de evaporación en lagunas y mares poco profundos, donde el agua, al evaporarse, concentra minerales y provoca la precipitación de compuestos como el yeso. Estos depósitos se acumulan a lo largo de miles de años y constituyen verdaderos “depósitos de sal marina” que luego se consolidan en rocas monominerales.
El yeso se genera por la evaporación progresiva de aguas ricas en sulfatos y cloruros, típicamente en ambientes marinos someros con climas cálidos y secos, lo que favorece la precipitación química del mineral.
De la Anhidrita al Yeso: El Proceso de Hidratación
Además de su origen evaporítico, el yeso puede formarse por la hidratación de la anhidrita, otro mineral compuesto de sulfato de calcio (CaSO₄). Cuando la anhidrita, que se encuentra en zonas profundas de los depósitos salinos, entra en contacto con el agua, absorbe moléculas y se transforma en yeso, aumentando su volumen en el proceso.
Este proceso de hidratación es crucial en la formación natural del yeso, y también se utiliza industrialmente para obtener diferentes grados de producto, desde yesos para enlucidos hasta escayolas de alta calidad.
Yacimientos y Distribución Mundial
El yeso se encuentra en diversas partes del mundo. Algunos de los yacimientos más destacados se localizan en España, México, Estados Unidos, y países europeos como Francia y Alemania. Por ejemplo, en la Geoda de Pulpí (Almería, España) se pueden observar impresionantes cristales de selenita, una variedad de yeso que ha fascinado tanto a científicos como a turistas.
En España, la diversidad de yacimientos es notable: desde las canteras en la región de Murcia hasta las grandes formaciones en Pulpí, donde el yeso cristaliza formando auténticas obras de arte natural.
Aplicaciones Históricas y Modernas
Desde tiempos prehistóricos, el yeso ha sido empleado en la construcción. Los antiguos egipcios lo utilizaban para sellar y revestir estructuras, mientras que en la época romana se aprovechaba para fabricar estucos y enlucidos que aún se pueden apreciar en monumentos históricos. Hoy en día, además de su uso en la construcción, el yeso se emplea en aplicaciones tan diversas como la fabricación de tizas, en la medicina (como soporte ortopédico), y en la agricultura como fertilizante que mejora la estructura del suelo.
La versatilidad del yeso se refleja en su amplia gama de aplicaciones, lo que ha permitido que su explotación y transformación se mantengan a la vanguardia de la innovación tecnológica y artística. (NCYT)