El núcleo terrestre puede esconder más de cinco océanos en su interior

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Existen muchos estudios que prueban que bajo de nuestros pies, más hondo que el fondo de nuestros mares océanos, hay grandes reservas de agua. Incluso más que en la superficie. Muchas son las evidencias de que el líquido elemento se encuentra «incrustado» en los minerales del manto, sobre todo en la zona de transición, entre los 400 y los 700 kilómetros de profundidad. Pero, a partir de aquí, la Tierra se vuelve relativamente «seca». Sin embargo, un nuevo estudio asegura que aún habría más agua oculta en el interior de nuestro planeta. Concretamente en el núcleo, que podría albergar la equivalencia de más cinco océanos.

La investigación, liderada por Yunguo Li, investigador asociado de la facultad de Matemáticas y Física del University College London, se acaba de publicar en la revista « Nature Geoscience» y podría ser toda una revolución no solo de cara a conocer cuánto agua alberga el planeta, sino cuáles fueron sus orígenes. «Todavía hay grandes incertidumbres, pero es seguro que hay más agua debajo de la superficie. Nuestro estudio señala que el núcleo es la mayor reserva de agua en la Tierra», afirma Li a ABC, que explica que este líquido estaría presente en los átomos de soluto«diluido» en el hierro fundido del núcleo. Sin embargo, el mayor inconveniente de esta teoría reside en que, al contrario de lo que sucede con el manto, es imposible obtener una muestra del centro terrestre. Al menos, de momento.

Recreando el principio

«En el laboratorio, los científicos han intentado simular el entorno de la formación del núcleo, pero hasta ahora, la presión es mucho más baja que esa condición y las conclusiones parecen contradictorias», argumenta el investigador. Recrear el origen de la formación del núcleo en esta etapa primaria podría tener la clave de la presencia de agua no solo aquí, sino en el resto del planeta.

La cantidad de agua que hay en el núcleo depende básicamente de dos factores: uno es el coeficiente de partición del agua entre el material del núcleo y el material del manto. Es decir, a dónde ‘prefiere’ ir el agua: si a minerales como la ringwoodita, que son bastante solubles y que pueblan el manto; o al hierro líquido del núcleo. Por otro lado, también depende de la cantidad de agua presente durante el proceso de separación entre el núcleo y el manto, fase que se dio al principio de la creación de nuestro planeta. En la actualidad, existen dos teorías: una que afirma que llegó a bordo de cometas y asteroides durante el «Gran Bombardeo» ocurrido hace más de 3.000 millones de años; y otra, completamente opuesta, que argumenta que nuestro planeta la tuvo desde el mismo momento de su formación o que fue capaz de fabricarla por medio de procesos geológicos.

Así, para la primera cuestión, el equipo británico calculó el reparto del agua entre el hierro y el silicato fundido a altas presiones y temperaturas, utilizando técnicas de dinámica molecular y de integración termodinámica. Es decir, la «preferencia» del agua por unos u otros materiales. «El agua prefiere la fusión del silicato sobre los minerales sólidos. Es decir, el agua también prefiere ir al núcleo sobre los minerales del manto, como la ringwoodita», escriben en su artículo. Además, determinaron que la mayor parte del agua habría ido al núcleo durante la división del interior de la Tierra. «Aparte, las placas de subducción arrastran agua, que también ingresa en el núcleo», explica Li. Es así como el estudio demuestra que el núcleo debe tener «una cantidad apreciable de agua».

La cantidad exacta de océanos

Li y su equipo dicen que su investigación señala que «cuando el núcleo comenzó a separarse del manto en forma de hierro líquido, la mayor parte del agua presente durante ese proceso fue atraída hacia las bolsas de hierro líquido y se hundió para formar el núcleo». Sin embargo, la cuestión de cuánta agua hay ahí abajo sigue siendo una pregunta sin respuesta.

«Nuestro estudio no puede dar una respuesta definitiva. Depende del modelo de acumulación de la Tierra: cuánta agua había llegado a la Tierra antes de la separación entre el núcleo y el manto», admite el investigador. «Pero según los estudios de isótopos más recientes y el modelo de acreción de la Tierra, puede haber más de cinco océanos en el núcleo». La misma cantidad de agua que rodea los continentes puede estar oculta en el fondo terrestre. (ABC)

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