Mueren tres soldados indios en un choque con tropas chinas en la frontera de Cachemira
China en la región de Aksai Chin, en la frontera occidental común, un grave incidente en medio de la creciente tensión entre los dos gigantes asiáticos, informaron este martes fuentes oficiales indias.
El enfrentamiento se produjo cuando ambas potencias tratan de resolver sus diferencias fronterizas en el Himalaya de forma pacífica, tras una escaramuza hace un mes que disparó las tensiones.
«Durante el proceso de desescalada en marcha en el valle de Galwan, un violento enfrentamiento en el que se produjeron bajas tuvo lugar ayer por la anoche», informó en un comunicado el Ejército indio.
«La pérdida de vidas en el lado indio incluye a un oficial y dos soldados. Altos cargos militares de ambos lados están actualmente reunidos en el lugar para controlar la situación», según la nota.
El pasado 10 de mayo, el Ministerio de Defensa indio informó de que las Fuerzas Armadas de los dos países se enfrentaron en una breve pero «agresiva» escaramuza en el fronterizo estado de Sikkim, en el norte indio, durante las labores de patrullaje sobre la línea que divide a ambas naciones.
Desde entonces, ambas partes acordaron a principios de junio resolver el conflicto por medios pacíficos y el jefe del Ejército indio, M.M. Navarane, afirmó el pasado sábado que la situación fronteriza se encontraba «bajo control».
La India y China comparten cerca de 4.000 kilómetros de frontera a lo largo de la cual mantienen litigios territoriales.
China reclama parte del territorio nororiental indio, mientras que la India reivindica el área de Aksai Chin, en Cachemira y bajo control chino.
Este nuevo choque se registra dos años después de la escalada de tensión bilateral a mediados de 2017, cuando China acusó a las tropas indias de entrar ilegalmente en su territorio con el fin de detener las obras de una carretera en la zona fronteriza de Doklam (o Donglang), disputada entre los chinos y el vecino Bután, que pidió ayuda a su tradicional aliado indio.
La crisis diplomática afectó muy negativamente las relaciones, lo que llevó incluso a China a acusar a la India de jugar «con fuego», lo que podía llevar a una escalada del conflicto.
Sin embargo, Delhi retiró sus tropas a finales de agosto de ese mismo año lo que propició una desescalada de la tensión. (ABC)