OEA denuncia campaña de desinformación y descalifica artículos que niegan el fraude en Bolivia
La Organización de Estados Americanos (OEA), mediante un comunicado, denunció que existe una campaña maliciosa de desinformación sobre su rol en el proceso electoral boliviano de 2019 mediante artículos y estudios que intentan desvirtuar que hubo fraude electoral en base a premisas falsas.
El organismo lanzó el comunicado después de que el New York Times publicó un artículo que pone en duda el trabajo de la OEA respecto a la auditoría electoral de 2019, lo cual tuvo repercusión incluso a en el Grupo de Puebla, conformado por políticos del continente afines a Evo Morales, que pidieron validar los resultados del 20 de octubre.
Según la OEA, los artículos que buscan justificar el resultado de la elección incurren en dos falsedades de inicio: la primera es suponer que los resultados reportados en el cómputo oficial son válidos. El organismo argumentó que se detectaron actas pre llenadas, falsificadas, adulteradas y modificadas, por lo que cualquier análisis que tome como base la validez de estos resultados “no es confiable ni remotamente creíble”.
A este punto recordó que de tan sólo una muestra se encontraron 226 actas irregularidades correspondientes a mesas en las que “casualmente” el candidato Morales obtuvo el 91% de los votos.
La segunda falsedad, que según la OEA incurren los artículos contra el fraude, es centrarse en el análisis estadístico. Explicó que un análisis estadístico por sí solo no valida ni comprueba un fraude, sino que da indicios de dónde observar con mayor atención.
Acotó que, consciente de las limitaciones del análisis estadístico, el propio equipo auditor puso ese elemento en cuarto lugar de sus hallazgos. Rechazó que las voces críticas confundan el estudio estadístico con el trabajo que realizó la Misión de Observación de la OEA.
Denunció también que el “desesperado intento por ‘lavar’ el fraude electoral que se fraguó sin éxito en Bolivia” apareció un autodenominado “think tank” (instituto de investigaciones), que para el organismo no es más que un “‘propaganda tank’ consagrado a la defensa de gobiernos ilegítimos en la región como el venezolano y el cubano”.
Acuso a ese Think Tank de ser institución carenten del expertise técnico, «debido a su ínfima experiencia en materia electoral, y que tampoco estuvo presente en Bolivia ni tuvieron contacto con ningún acta.
Criticó a esa entidad por sugerir que “la manipulación de un sistema informático paralelo y oculto se hizo para ‘corregir errores’ y que constituyó una acción aceptable”. “Es una argumentación que daría risa si no fuera que esto se hizo a un costo muy alto del pueblo boliviano”, agregó.
La OEA aseveró que existe “un claro propósito político” de ese “Think Tank”.
“Estos grupos de personas que no son expertos en temas electorales han montado una narrativa de desinformación basada en atacar a la Organización, buscando cambiar la percepción de la realidad”, señala el comunicado.
La OEA mencionó también a estudiosos que coinciden con las conclusiones de su informe de auditoría: Edgar Villegas en Bolivia, Rómulo Chumacero de la Universidad de Chile, Rodrigo Salazar en México, el Informe de Ethical Hacking, John Newman, ex economista y estadístico principal del Banco Mundial, Diego Escobarri y Gary A. Hoover, de la University of Texas Rio Grande Valley.
Asimismo, la Organización recordó que el propio Evo Morales, antes de renunciar, había tomado la iniciativa de anular las elecciones y llamar a nuevos comicios con otro Tribunal Electoral.
“Es en extremo patético y poco profesional que cualquiera pida se acepte el resultado de una elección que el mismo ex presidente Evo Morales tomó la iniciativa de anular, pidiendo reemplazar a la autoridad electoral”, agregó. (Erbol)