CE proyecta una recesión más grave en España en 2020
La Comisión Europa prevé que la economía española sufra en 2020 una recesión mayor de lo previsto anteriormente ya que el confinamiento para contener el coronavirus tendrá un impacto mayor de lo anticipado.
Según el informe de verano publicado el martes por el ejecutivo de la UE, el producto interior bruto (PIB) de España registraría este año una caída del 10,9%, frente a la caída del 9,4% que anticipaba en sus proyecciones de primavera.
Para 2021, sin embargo, se prevé una recuperación del 7,1%, ligeramente por encima del aumento del 7,0% en el PIB esperado en las estimaciones anteriores, presentadas en mayo.
“El impacto económico del confinamiento en la primera mitad de 2020 parece probable que resulte peor de lo que se esperaba en las previsiones de primavera. Esto no se verá totalmente compensado por el repunte esperado en la segunda mitad de 2020 con el levantamiento de la mayoría de las restricciones a la actividad”, dijo Bruselas.
Estas proyecciones se asemejan más a las del Banco de España, que prevé una caída del PIB de entre el 9 y el 11,6% este año —sin descartar un desplome del 15,1% en caso de un rebrote grave de COVID-19—, que a las del Gobierno España, cuya estimación actual es de un recorte del 9,2% en el PIB de 2020.
El FMI, por su parte, prevé un descalabro del 12,8%.
El Ejecutivo español impulsó a mediados de marzo uno de los confinamientos más estrictos de Europa con el fin de contener uno de los peores brotes de coronavirus del continente. En mayo se procedió con el levantamiento gradual de las restricciones y en la actualidad se ha alcanzado su práctica totalidad, aunque aún se mantienen medidas de distanciamiento social para reducir el riesgo de rebrotes.
“Es previsible que estas medidas (de distanciamiento), junto con los cambios en el comportamiento de los consumidores, tengan un impacto duradero en las actividades en las que la interacción personal es intrínseca a la prestación del servicio, como la alimentación y el alojamiento, el comercio minorista, los servicios personales y las artes y el entretenimiento”, dijo la Comisión.
“En el caso del turismo internacional, el impacto se verá agravado por la reducción de la conectividad de los vuelos, a pesar de la apertura gradual de las fronteras”, añadió.
El Gobierno ha puesto en marcha un plan para tratar de salvar en la medida de lo posible los ingresos por el turismo de la temporada de verano, tras la reanudación de los vuelos con gran parte de Europa, ya que el sector aporta más del 12% del PIB nacional.
El sector industrial tendrá una reactivación más pronunciada que el sector servicios, según la Comisión, aunque los problemas en las cadenas de suministros y la debilidad de la demanda a nivel internacional podrían impedir la normalización antes del próximo año.
Bruselas destacó también el enorme daño que provocará la pandemia al ya de por sí frágil mercado laboral español, que ya arrastraba la peor tasa de desempleo de Europa —tan solo superada por Grecia— desde la crisis financiera y económica de 2008-2013.
Gran parte del impacto de la crisis sanitaria en el empleo se ha visto amortiguado hasta ahora por los expedientes de regulación de empleo (ERTE), que al estar subvencionados por el Estado permiten que las empresas dejen de pagar salarios sin rescindir contratos.
Sin embargo, a los puestos de trabajo ya eliminados se le sumarán muchos más una vez finalicen los ERTE por fuerza mayor, según advirtió la Comisión, que por contra cree que el consumo privado se recuperará más rápido que otros componentes de la demanda gracias a la liberación de los ahorros durante el confinamiento. No obstante, no se prevé una recuperación del gasto de los hogares a los niveles precrisis en el “horizonte previsto”. (Reuters)