El diferimiento de créditos será para todos, deudores celebran la medida
Ante el reclamo de sectores prestatarios, el Gobierno aprobó, mediante el Decreto Supremo 4318, el reglamento de la ley de diferimiento de créditos, ratificando la ampliación del plazo para el pago de deudas hasta diciembre. La medida será aplicada para todos sin excepción.
«El diferimiento de los créditos beneficiará a todos los prestatarios, sin ninguna excepción. Las personas que deseen voluntariamente continuar pagando (sus deudas) podrán hacerlo», informó este lunes el ministro de Economía, Oscar Ortiz.
El reglamento establece que todas las entidades financieras deben realizar el diferimiento automático del pago de las amortizaciones de crédito de capital e intereses y otro tipo de gravámenes del sistema crediticio, desde la declaratoria de emergencia por la pandemia del coronavirus, al 31 de diciembre de este año.
La autoridad gubernamental enfatizó que todos los prestatarios deberán reanudar el pago de sus deudas en enero de 2021. «Este decreto establece que el diferimiento y la ampliación de las cuotas de los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre beneficiarán al conjunto de los prestatarios».
Asimismo, remarcó que las cuotas diferidas de este año podrán ser canceladas durante los meses siguientes, por el tiempo que dure el préstamo o al final del pago del empréstito, previa negociación entre los clientes y las entidades financieras.
La norma también establece que las entidades financieras tendrán dos años, a partir de la fecha de su publicación, para reprogramar los créditos con los prestatarios, a fin de que puedan acceder a nuevos planes de pago que les permitan cumplir sus obligaciones.
«Esa medida busca paliar los efectos negativos que tuvieron los prestatarios en sus ingresos por la pandemia del coronavirus y adaptar sus cuotas de pago a la nueva realidad económica», aseguró Ortiz.
Choferes sindicalizados, gremialistas, comerciantes, micro y pequeños empresarios reclamaron al Gobierno la aprobación del diferimiento de créditos, sin excepciones, angustiados por la presión de los bancos y tras haberse visto mermados en sus ingresos por la emergencia sanitaria.