Así son los síntomas de alerta de la esclerosis múltiple, la enfermedad de las mil caras

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La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune, crónica y de causa desconocida, que actúa dañando la mielina en el cuerpo de los afectados, un material graso que aísla los nervios y les permite transmitir los impulsos eléctricos desde y hasta el cerebro con rapidez. El propio tejido del organismo es tratado como un cuerpo extraño y el comienzo de la enfermedad suele desencadenarse por una combinación de factores genéticos y medioambientales. Sin embargo, aún no se ha determinado su causa de forma concluyente. Se calcula que afecta a más de 47.000 personas en España y de 2,5 millones de personas en el mundo.

Es la enfermedad neurológica crónica más habitual en adultos jóvenes de entre 20 y 40 años en Europa y Norteamérica, especialmente en mujeres. Cerca del 80% de los pacientes son diagnosticados inicialmente con la variante Remitente Recurrente, caracterizada por episodios de brotes y remisiones. La patología es conocida como la «enfermedad de las mil caras» ya que cada persona experimenta la EM de una manera diferente.

Los síntomas varían debido a que la localización de cada ataque puede ser diferente, así como su intensidad. Los episodios pueden durar días, semanas o meses. La fatiga es el síntoma más común, aunque hay otros:

-Alteraciones de la vista y el oído.

-Debilidad muscular.

-Problemas con la coordinación y el equilibrio.

-Sensaciones como entumecimiento, picazón, hormigueo o pinchazos.

-Problemas con el pensamiento y la memoria.

Precisamente, esta misma semana, la «influencer» María Pombo, de 25 años, confesaba a sus seguidores que podría tener esclerosis múltiple, una enfermedad con la que su madre ya convive desde hace años. Y el síntoma que le hizo ponerse en alerta y acudir al médico fue que empezó a sentir un hormigueo en algunas partes del cuerpo. Tras realizarle múltiples pruebas, le han diagnosticado mielitis, una inflamación de médula que suele ser un signo temprano de la EM, aunque confiesa que aún faltan unos meses para que le confirmen 100% si se trata de esta patología.

Es una enfermedad sin cura, aunque el tratamiento farmacológico, además de la fisioterapia y la terapia ocupacional, ayudan a controlar los síntomas y pueden hacer más lento el proceso. (ABC)

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