Ocho consejos para personas de edad avanzada durante el confinamiento

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Las personas mayores son las más vulnerables frente al nuevo coronavirus. Por ello, es muy importante que para proteger su salud se queden en casa. “Es normal sentir miedo o preocupación ante enfermedades nuevas, como el coronavirus, que están afectando a todo el mundo. Para frenar los contagios y proteger la salud de todos, hay que quedarse en casa y no recibir visitas”, subraya en este sentido la Generalitat catalana.

Por eso, y dada la importancia de cumplir con las principales vías de prevención, la institución catalana enumera los siguientes consejos para las personas de edad avanzada frente a esta grave pandemia de Covid-19. Consejos a los que se une Quirónsalud estos días.

1) Prevención

Quédese en casa. Pídale a alguien de confianza que le compre las cosas que necesita. Lávese las manos a menudo y bien, con agua y jabón, las manos, al menos durante 20 segundos, hasta llegar a las muñecas. Hay que poner especial cuidado en las uñas. Evite tocarse la cara (ojos, nariz y boca). Al toser o estornudar cúbrase la boca y la nariz con el codo flexionado. Use pañuelos desechables y tíralos tras su uso a la basura. Mantenga la distancia de 1,5 metros con otras personas (cuando les lleven la comida a casa o cuando salga a comprar). Ventile la casa 10 minutos, al menos 3 veces al día.

2) Manténgase informado

Infórmese de fuentes oficiales, institucionales, y elija momentos determinados del día para ello. Aproveche el resto del tiempo para realizar otras actividades. Siga los consejos de los responsables de salud y de las autoridades sanitarias. No hay que creer los rumores y no difundirlos, así como desconfiar de las noticias que lleguen por las redes sociales. Es suficiente con seguir las noticias por la televisión, radio o prensa un par de veces al día.

3) Desconecte

Evite estar todo el día pendiente de las noticias. Reduzca el número de veces que ve, lee, o escucha noticias que le producen angustia. Evite los programas sensacionalistas de televisión o de radio. Utilice la técnica que más le guste o le funcione para relajarse, como las respiraciones profundas, escuchar música, hacer actividades o movimientos que nos hagan sentir bien.

4) Hable cada día con una o más personas de confianza

Es importante tener un teléfono fijo o móvil a mano, así como de mantenerlo activo y cargado. Hable por teléfono o incluso haga videollamadas o mensajes cada día con seres queridos, de confianza, sobre las preocupaciones, las actividades que realiza, las recetas que prepara. Tenga a mano una lista con los teléfonos del CAP, de los familiares, del taxi, etc. Si dispone de servicio de teleasistencia, tenga siempre el botón cerca. Pida que compren las cosas que necesite (comida, medicación, etc.) y que se las lleven a casa y las dejen en el rellano. Si puede utilizar el móvil, participe en grupos de Whatsapp con amistades y familiares.

5) Disfrute

Hay que centrarse en el día a día, vivir el momento, buscar lo positivo, pensar que todo esto pasará. Mire el calendario todos los días. Haga cosas diferentes según el día de la semana. Dúchese y vístase a diario. Hay que priorizar las actividades que más le gusten, como leer, coser, hacer pasatiempos, cocinar, escuchar música, bailar, escribir, pintar, ver películas, por ejemplo. Si tiene, salga a la terraza o al balcón. Es conveniente abrir las ventanas varias veces al día y tener contacto con el aire y el sol, necesario para producir vitamina D. Busque los sitios de la casa más alegres o luminosos, e intente pasar el tiempo allí. Descanse por la noche. Duerma las suficientes horas (8-9 horas). Puede ayudarle una infusión relajante antes de ir a la cama. Tome la medicación habitual y haga los mismos controles en casa que haría normalmente.

6) Coma bien y siga buenos hábitos de salud

Siga una alimentación equilibrada y variada, rica en alimentos no procesados. Evite alimentos con alto contenido en azúcares, grasas o sal. Beba agua. No fume, ni consuma alcohol. Tenga cuidado para no tropezar con obstáculos ni mascotas. Mantenga las rutinas y los horarios habituales para levantarse, ducharse, hacer las comidas e ir a dormir. Use calzado que no resbale y tenga cuidado con el suelo mojado. Mantenga una iluminación adecuada.

Prepare comidas saludables y que gusten, especialmente hortalizas, frutas frescas y de temporada, así como legumbres y alimentos integrales. Los congelados y los botes de legumbres cocidas son buenos aliados. Sirva raciones pequeñas ya que, en todo caso, siempre se puede repetir. Tenga mucho cuidado con la higiene de las manos, de los alimentos y con las superficies de la cocina. Al limpiar frutas y las verduras se debe añadir al agua unas gotas de lejía según las recomendaciones habituales.

Igualmente, separe los alimentos crudos de los cocinados; cocine bien la carne; guarde los alimentos cocinados en la nevera enseguida o también puede congelarlos; beba agua a menudo y si es del grifo, mejor, ya que se ahorrará viajes, dinero, y residuos plásticos; también planifique las comidas y haga una lista de la compra semanal para dársela a la persona que le dé apoyo para ir a comprar; después de colocar los alimentos que te hayan traído, hay que limpiarse bien las manos y las superficies que hayan tocado. No es necesario almacenar muchos alimentos ya que el abastecimiento está garantizado.

7) Haga actividad física

Haga actividad física a diario e intente no pasar más de dos horas seguidas sentado. Camine por el pasillo y las habitaciones varias veces cada día. Asimismo, y durante el día, levántese de la silla cada hora y muévase un par de minutos. Es útil levantarse para cambiar el canal de la televisión en lugar de hacerlo con el mando, si es posible. Otra opción para moverse más es hacer estiramientos o ejercicios flexionando los tobillos y las rodillas, así como hacer una tabla de ejercicios físicos diarios sencillos para realizar en casa una vez al día.

8) Mantenga la casa limpia

Hay que limpiar frecuentemente las superficies de la cocina y del baño con agua y jabón o con los productos habituales. Luego, desinfectar las superficies con algún producto desinfectante o bien con lejía diluida a 1/50 (la cantidad equivalente a 2 cucharadas soperas -20 ml- por un litro de agua).

En este punto, debemos recalcar que no se debe guardar la lejía diluida de un día para otro y lo mejor es emplearla justo en el momento en el que se prepara. También se puede emplear agua oxigenada o alcohol al 70% para limpiar. Es conveniente también limpiar el suelo a menudo con agua y jabón o con los productos habituales y luego desinfectar con lejía diluida a 1/50 (un vaso del tamaño de uno de agua de 200 ml de lejía para un cubo con 10 litros de agua). La limpieza y desinfección es más importante en los espacios más utilizados de la cocina, el baño y los lugares donde está habitualmente. Por muchas razones (evitar caídas, facilitar limpieza y desinfección) es aconsejable fervientemente guardar las alfombras. (La Vanguardia)

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