Vitamina D y la COVID-19
Artículo del blog Cierta Ciencia, de la genetista Josefina Cano, que recomendamos por su interés.
En los últimos años, un componente esencial del organismo ha sido objeto de una atención continua porque sus beneficios para la salud son muy notorios y su carencia tiene serias consecuencias. Es la vitamina D.
Se la puede obtener tomando un poco de sol pues el cuerpo tiene la capacidad de sintetizarla. El único órgano que hace ese trabajo es la piel.
El temor al cáncer cutáneo ha hecho que los niveles de la forma activa de la vitamina hayan bajado a niveles críticos. Su deficiencia se ha encontrado relacionada con la depresión, el cáncer de colon y otras enfermedades. Sus beneficios, documentados, son muchos, entre ellos un sistema inmunitario robusto
La vitamina D se produce en la piel por la acción de los rayos ultravioleta y se transporta al hígado y los riñones donde se transforma en una hormona activa que incrementa el transporte de calcio de los alimentos al intestino y asegura un nivel adecuado de éste para mantener unos huesos sanos y libres de osteoporosis. Estudios recientes han confirmado su papel en muchas tareas del sistema inmunitario dedicadas a combatir enfermedades infecciosas. No olvidemos las “curas de sol” para quienes padecían tuberculosis.
Estudios observacionales en el pasado han informado de un nexo entre bajos niveles de la vitamina y una susceptibilidad a infecciones agudas del tracto respiratorio. La vitamina D modula la respuesta de los leucocitos sanguíneos, impidiéndoles la liberación excesiva de unas proteínas, las citoquinas. Se sabe que el virus de la Covid-19 causa un exceso de ellas: una peligrosa cascada que es un factor crucial en el desarrollo de la enfermedad y el riesgo de muerte.
Ahora, y no es una gran sorpresa, estudios de diversas fuentes, señalan que existe una asociación entre los bajos niveles de la vitamina D y una mayor mortalidad ocasionada por la Covid-19, al igual que un incremento en el número de casos. El doble.
Un primer estudio muestra que, contrario a lo que se pudiera pensar, las personas de países como España y el norte de Italia tienen bajas concentraciones de vitamina D con la consecuente deficiencia. Estos países también han sido los más afectados en número de casos y muertes por la Covid-19 de toda Europa.
Lo habitantes de países nórdicos como Noruega y Finlandia tienen niveles de vitamina D más altos, a pesar de la menor exposición a la luz del sol, debido a que el uso de suplementos y la fortificación de los alimentos es mucho más común. Estos países tienen niveles de infección por la Covid-19 más bajos. Los estudios muestran que las diferencias son estadísticamente significativas.
Los autores proponen que, así los beneficios conocidos de la vitamina D en la salud de los músculos y los huesos son un hecho verificado por la ciencia, los datos del nuevo estudio sugieren que también es probable que su papel en la reducción de las complicaciones de la Covid-19 sea importante. Esto se debería a que la vitamina D participa en la regulación y supresión de la respuesta inflamatoria de las citoquinas, que producen el “síndrome respiratorio agudo”, asociado con los problemas pulmonares y la muerte.
Rose Anne Kelly, investigadora del Trinity College en Dublin, declara: “en Inglaterra y Wales, las autoridades de salud pública están revisando las recomendaciones sobre las cantidades a tomar de la vitamina desde la aparición de la pandemia. La recomendación es que todos los adultos aumenten la cantidad. Aunque todavía no existen resultados venidos de estudios que sigan los protocolos, esto es, controlados, existe una evidencia circunstancial muy fuerte que sostiene una asociación entre la vitamina D y la severidad de la Covid-19, incluyendo la muerte”.
La investigadora hace un llamado para que el gobierno irlandés ponga al día las guías, como una medida de urgencia, ya que la deficiencia de vitamina D es frecuente.
Esta recomendación debe valer no solo para los países donde los estudios han mostrado la correlación entre una baja cantidad de vitamina D en sangre y una mayor incidencia de la Covid-19 y su severidad, sino para todo el mundo, pues a diferencia de tomar venenos o pastillas que no han demostrado efectividad alguna y si daños en el sistema cardíaco (Cloroquina y su pariente la Hidroxicloroquina), la vitamina D como ya es sabido, se adquiere con una exposición al sol de unos quince minutos. Los riesgos de una sobre dosis son inexistentes pues el propio organismo se deshace de los excesos.
Incrementar las dosis durante la pandemia es muy importante pues la producción de vitamina D disminuye con la edad y ya todos sabemos que el grupo más golpeado es el de los ancianos. También poblaciones de riesgo, personas con obesidad, diabetes y algo muy importante, las minorías étnicas, han mostrado niveles bajos de vitamina D.
Earnon Laird, profesor tambien en el Trinity College, habla de los resultados del estudio. “Vemos aquí una evidencia observacional de un nexo entre la vitamina D y la mortalidad. Optimizar la ingestión de la vitamina D traerá sin duda beneficios para la salud en general y para fortalecer la función inmunitaria. Esta investigación es exploratoria y por lo mismo necesitamos ensayos clínicos para tener una evidencia concreta del nivel de la vitamina D que sea el ideal para fortalecer la función óptima del sistema inmunitario”.
Otro estudio, liderado por un equipo de la Universidad Northwestern, analizó los resultados de diez países, centrándose en el bajo nivel de vitamina D y la hiperactividad del sistema inmune. Los investigadores sugieren que la vitamina D fortalece la inmunidad innata y al igual que lo informado en el anterior estudio, previene la respuesta exagerada del sistema inmunitario.
Vladimir Backman, quien lideró el segundo estudio, dice: “Aunque pensamos que es importante que la gente sepa que una deficiencia de la vitamina D puede jugar un papel en la mortalidad, eso no quiere decir que indiquemos que se corra a llenarse de suplementos. Necesitamos más estudios y por supuesto despertar el interés en el campo”.
Mientras tanto, un poco de sol no le hace mal a nadie y sí puede traer muchos beneficios.