Bacterias intestinales contra el cáncer
Además de las células propias, el cuerpo humano alberga numerosos microorganismos, parte de los cuales son claramente beneficiosos para nuestra salud. En una nueva investigación se ha descubierto, para sorpresa de muchos, que algunas de las bacterias que residen en nuestro cuerpo son capaces de prestar una ayuda importante en caso de aparición de cáncer.
Unos investigadores del Instituto Snyder de Enfermedades Crónicas en la Escuela Cumming de Medicina, dependiente de la Universidad de Calgary en Canadá, han descubierto qué bacterias intestinales ayudan a nuestro sistema inmunitario a combatir los tumores cancerosos y cómo lo hacen. El descubrimiento podría explicar por qué la inmunoterapia, una clase de tratamiento que ayuda a amplificar la respuesta inmunitaria del cuerpo contra el cáncer, funciona en algunos casos, pero no en otros. Los hallazgos muestran que la combinación de la inmunoterapia con una terapia microbiana específica aumenta la capacidad del sistema inmunitario para reconocer y atacar las células cancerosas en algunos cánceres (melanomas, de vejiga y colorrectales).
La Dra. Kathy McCoy es una destacada experta en la relación del cuerpo con el microbioma. Ella y su equipo se centran en aprovechar el poder del microbioma para mejorar la salud y tratar las enfermedades.
En el nuevo estudio, el equipo de McCoy y Lukas Mager, trabajando con ratones libres de gérmenes, introdujo en dichos ratones ciertas especies de bacterias de las que ya se sospechaba que eran capaces de reforzar algunas terapias anticáncer. Y junto con estas bacterias, aplicó una inmunoterapia anticáncer. El análisis de lo que sucedió a continuación reveló que ciertas clases de bacterias eran esenciales para el funcionamiento de la inmunoterapia. Con la presencia de dichas bacterias, los tumores se redujeron drásticamente. Para aquellos ratones que no recibieron las bacterias beneficiosas, la inmunoterapia no tuvo efecto.
El equipo de McCoy y Mager encontró que estas bacterias producen una sustancia de molécula pequeña, llamada inosina. Este compuesto interactúa directamente con las células T y junto con la inmunoterapia, mejora la eficacia de ese tratamiento, en algunos casos destruyendo todas las células de cáncer colorrectal.
Después, los investigadores comprobaron que lo descubierto también ocurre con el cáncer de vejiga y con el melanoma.
El siguiente paso en esta línea de investigación será comprobar que los resultados en ratones se repiten en humanos. (Fuente: NCYT de Amazings)