La pintura robada por los nazis que vuelve a sus legítimos dueños 87 años después

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Rudolff Mosse fue un importante editor en Berlín que atesoraba una gran colección de arte, con cientos de obras. Una de ellas era «Winter» («Invierno»), que el filantrópico empresario adquiría directamente a su autor, el impresionista estadounidense Gari Melchers, en la Gran Exposición de Arte de la capital alemana en 1900.

Al morir en 1920, su hija Felicia Lachmann-Mosse fue su heredera. Ella y su esposo Hans Lachmann-Mosse dirigían el periódico «Berliner Tageblatt», muy crítico durante el ascenso del Partido Nazi. Como símbolos de la «prensa judía», la rica familia fue perseguida en cuanto Hitler se hizo con el poder y huyó de Alemania en 1933. Los nazis saquearon entonces todos los bienes de la familia, incluida la colección de arte.

«Fue una de las primeras grandes expropiaciones emprendidas por los nazis, un modelo de lo que se convirtió, lamentablemente, en una maquinaria bien engrasada», dijo Roger Strauch, bisnieto de Rudolf Mosse y presidente de la Fundación Mosse, creada en 2017 para la localización y la restitución de las piezas.

Meses después, muchos de esos bienes fueron subastados, aunque se dice que otros tantos desaparecieron por otras vías. «Winter» pasó de mano en mano hasta que Bartlett Arkell, sin evidencias de que supiera que la pintura había sido robada, la comprara en una galería en 1934. El empresario la depositó entonces en el Museo Arkell, en Nueva York, donde se encontraba hasta ahora.

Cuando el museo se enteró de que la pintura fue robada ilegalmente, la entregó el arte al FBI. Después de 87 años, «Winter» era devuelto el pasado jueves a los herederos en una ceremonia de repatriación en la oficina del FBI en Albany, Nueva York.

La obra impresionista tiene un valor estimado de cientos de miles de euros, pero la cifra se determinará en una subasta. (ABC)

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