Una proteína presente en la sangre de los pacientes puede señalar la evolución y la gravedad del COVID-19

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Una proteína que circula en la sangre de los pacientes con COVID-19 puede servir como una especie de “termómetro biológico” capaz de señalar la gravedad de la inflamación que provoca el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2). En Brasil, investigadores de la Universidad de São Paulo (USP) y de la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar) descubrieron que el monitoreo de las tasas de la proteína sTREM-1 –a partir de la aparición de los primeros síntomas de la enfermedad− serviría como una herramienta importante para ayudar en la toma de decisiones de los equipos de salud y también como un predictor de la evolución y el desenlace de la enfermedad. Este hallazgo se dio a conocer en la plataforma medRxiv, dedicada a la publicación de artículos en versión preprint, es decir, antes de pasar por el proceso de revisión por pares.

“Existe una variación sumamente grande en la respuesta inflamatoria de los pacientes al SARS-CoV-2, y aún no se sabe precisamente por qué. Sin embargo, estimamos que el monitoreo de esa proteína, que puede realizarse mediante exámenes sencillos [test inmunoenzimáticos], ayudará en el tratamiento de los enfermos. Al controlar esas tasas, la decisión de los equipos de salud se basará en un biomarcador cuya elevación está relacionada con el agravamiento de la enfermedad”, dice Carlos Sorgi, docente del Departamento de Química de la Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras de Ribeirão Preto de la USP (FFCLRP-USP).

Este estudio cuenta con el apoyo de la FAPESP-Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo en el marco de un proyecto que apunta a investigar biomarcadores y blancos terapéuticos para el COVID-19. La investigación mencionada integra la labor del consorcio ImunoCovid, una coalición multidisciplinaria de 11 investigadores de la USP y UFSCar que trabajan en colaboración y compartiendo datos y muestras encabezada por Lúcia Helena Faccioli, docente de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas de Ribeirão Preto de la USP (FCFRP-USP).

La proteína TREM-1 está presente en la membrana de macrófagos, monocitos, neutrófilos y otras células de defensa ligadas a la inmunidad innata, aquella que entra en acción tan pronto como se detecta la presencia de un patógeno en el organismo. Esta molécula funciona como un receptor de membrana que al activarse hace que las células emitan señales tendientes a “avisar” acerca de la existencia de una inflamación. La molécula también aparece en su forma soluble circulante, conocida como sTREM-1.

“Aún no se sabe cuál es la función de esta proteína en su forma circulante. Sin embargo, en estudios anteriores ya se había correlacionado la mortalidad de los pacientes con sepsis a las elevadas tasas de sTREM-1”, comenta Sorgi, quien antes del comienzo de la pandemia realizaba estudios correlacionando el desarrollo del cáncer y el aumento de la sTREM-1 en la sangre de pacientes, el tema de la tesis doctoral de su alumno Pedro da Silva-Neto.

En su estudio más reciente, el grupo monitoreó las tasas de la proteína en el suero sanguíneo de 91 pacientes con COVID-19, de los cuales 44 se encontraban en aislamiento domiciliario y 47 hospitalizados. Así fue posible estratificar a los pacientes en cuatro fases o grados distintos de la enfermedad: leves, moderados, graves y críticos. Participaron también 30 voluntarios sanos (no infectados), que formaron el grupo de control.

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