Herpesvirus y deterioro del sistema inmunitario
Los linfocitos T son las células del sistema inmunitario encargadas de la defensa ante los virus o las alteraciones celulares producidas en procesos cancerígenos. Son capaces de generar memoria y reconocer al “enemigo” de manera que acortan sus tiempos de respuesta en las reinfecciones.
Al proceso de deterioro del sistema inmunitario con la edad se le denomina inmunosenescencia. Este envejecimiento del sistema inmunitario además de ser cronológico puede depender de otros factores. Uno de ellos es el herpesvirus citomegalovirus, capaz de acelerar el desgaste del sistema inmunitario independientemente de la edad. Así se ha determinado en una investigación realizada por un equipo de de la Universidad de Córdoba (UCO) y el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), ambas entidades en España.
El citomegalovirus (CMV) es un herpesvirus muy común, con una prevalencia muy alta que aumenta con la edad, pero que no genera ningún tipo de sintomatología. Al igual que los virus labiales, el CMV de vez en cuando se reactiva y el sistema inmunitario vuelve a generar memoria contra él. Este virus, a diferencia de otros, genera un impacto fuerte en el sistema inmunitario. Lo desgasta considerablemente ya que genera mucha memoria al tener que estar controlándolo constantemente.
El grupo de investigación de Rafael Solana, Alejandra Pera y Fakhri Hassouneh lleva años analizando si las alteraciones y el desgaste del sistema inmunitario se deben a la edad o al citomegalovirus. En sus últimos estudios, estos científicos han analizado individuos sanos de tres grupos de edad (jóvenes, de mediana edad y mayores), en total 119 personas, organizadas en dos grupos: infectados y no infectados por CMV. La selección de los donantes sanos del estudio se realizó a través de centros de salud, personal de la universidad y el hospital y estudiantes de la UCO, así como donantes de un conjunto de individuos sanos alemanes. Asimismo y durante la estancia predoctoral de Hassouneh, el grupo ha colaborado con el equipo de investigación del profesor Graham Pawelec, de la Universidad de Tubinga (Alemania).
Según indica la Dra. Alejandra Pera, se ha podido observar que la infección por este virus en algunas personas induce a la expansión de células que son proinflamatorias y proaterogénicas, es decir, capaces de causar diferentes trastornos vasculares e, incluso, de incrementar un 20% las probabilidades de padecer alguna enfermedad cardiovascular. “No todas las personas que contraen el virus generan ese tipo de células, pero en aquellas que lo hacen, estas se van acumulando y cuando pasan un umbral, un porcentaje, pueden provocar problemas severos”, afirma Alejandra Pera. Actualmente, el grupo de investigación está estudiando el comportamiento de estas células en pacientes con cardiopatías como la estenosis aórtica, para ver cuál sería el umbral que les permita definir el factor de riesgo. Simultáneamente, se encuentran trabajando en un estudio enfocado en la repercusión del citomegalovirus con respecto a la COVID-19 y su impacto en el sistema inmunitario. “La ventaja de saber que todo esto puede tener un origen vírico es que lo podríamos atajar. Si no guardase relación exclusiva con la edad, no lo podríamos frenar», concluye la investigadora Alejandra Pera.
Los últimos avances del equipo corresponden a dos estudios publicados respectivamente en septiembre y en noviembre de 2021. El primero se titula “Functional Changes of T-Cell Subsets with Age and CMV Infection”. Este se publicó en la revista académica International Journal of Molecular Sciences. El segundo se titula “Impact of Cytomegalovirus and Age on T-Cell Subsets Defined by CD161, CD300a, and/or CD57 Expression in Healthy Andalusians”. Y se publicó en la revista académica The Journals of Gerontology: Series A”. (Fuente: UCO)