Nanopartículas para tratar enfermedades neurodegenerativas

0

Tratar enfermedades como el mal de Alzheimer o el de Parkinson es un reto porque los fármacos tienen que ser capaces de atravesar la barrera hematoencefálica para poder entrar en el cerebro a hacer su trabajo. Es difícil conseguirlo y en consecuencia, las dosis administradas deben ser altas.

E incluso así, solo una pequeña fracción de la dosis llega al cerebro. Hacer que llegue suficiente cantidad del fármaco al interior del cerebro conlleva importantes efectos secundarios para otras partes del cuerpo.

A fin de resolver este problema, el equipo de Jean-Michel Rabanel y Charles Ramassamy, ambos del Instituto Nacional de la Investigación Científica (INRS) en Quebec, Canadá, está optimizando unas nanopartículas recubiertas de polímero para aumentar su permeabilidad a través de esa barrera y, en consecuencia, incrementar el transporte de fármacos al cerebro, encapsulados bajo el recubrimiento.

En un estudio reciente, el equipo ha comparado las características de dos recubrimientos poliméricos para las nanopartículas.

El primer recubrimiento, hecho de polietilenglicol (PEG), ya se había probado en el pez cebra, cuyo cuerpo transparente permite ver la distribución de las nanopartículas prácticamente en tiempo real.

El segundo recubrimiento, a base de un polímero específico cuyas moléculas son neutras, al tener igual número de cargas positivas y negativas, emulando así a las moléculas de la superficie celular, fue comparado con el primero sometiéndolo a las mismas condiciones a las que se sometió a aquel.

En la nueva investigación, se ha demostrado que el polímero neutro, que en teoría es más biocompatible al ser similar a las moléculas de la superficie celular, tiene un mejor acceso al cerebro. Sin embargo, es absorbido más rápidamente por las paredes de los vasos sanguíneos, lo que reduce su tiempo de circulación.

Debido a ello, el PEG sigue siendo el polímero de recubrimiento más atractivo con respecto al torrente sanguíneo, mientras que el polímero neutro podría dar lugar a una respuesta más débil del sistema inmunitario. Los autores del estudio están evaluando la posibilidad de intentar hacer una mezcla de ambos polímeros para aprovechar las ventajas de cada uno.

El estudio se titula “Nanoparticle shell structural cues drive in vitro transport properties, tissue distribution and brain accessibility in zebrafish”. Y se ha publicado en la revista académica Biomaterials. (Fuente: NCYT de Amazings)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *